domingo, 1 de junio de 2014

Retorno

Ya no somos los mismos, pero somos nosotros.

Jorge Galán 
 

Sé que esperabas más después de todo este tiempo,
que este monstruo
sabe a poco en la ausencia dividida
de la infalible medianoche.
Es la historia de siempre. Uno despierta
cada mañana con el exabrupto de turno
haciendo endecasílabos inútiles
jugando a ser Luis Alberto de Cuenca,
con los ojos puestos en la refracción del vaso
buscando describir iridiscentes llanuras
circunscritas a rimas de jóvenes idiotas.

Poesía... no eres tú.
                                Ni yo.
                                            Es nosotros,
ellos, los que asombran con sombras de porvenir
los últimos recuerdos en el parque.

Resulta fácil, pero ¿por qué cerrar los ojos?;
podría seguir mirando
el paso triste de la primavera,
viento amargo, aromas de verdejo,
luz gris y apagada en tu inconsciente imagen.

Me da igual haber perdido el afán por la escritura.
Obviemos los cumplidos y los versos:
yo siempre te he amado deseando cada palabra
como cada caricia de mayo que se escapa
en el rincón que deja el crepitar de un "te quiero"
de cinco de la mañana de noche de insomnio
y estertores pulmonares basales.

Y te amaré
como se ama un concierto de Ravel,
escondidos del eternal silencio
dentro de un piano blanco a medianoche;
mirándote de frente
leyendo a Benedetti en tu mirada,
pensándote, teniéndote
y no;
         despertando
una plomiza mañana de julio
con el único recuerdo de un beso
en la oscuridad incandescente que inventamos
para nosotros solos.


Kaj mi venos kaj dum vi afable dormas
sentos vi, kiel la rando de la plej dolĉa foja,
la spiro el memoro, la sonĝo el vivo,
lasta miraklo el nia ĝoja printempo.
Mi amos vin ĉie, tuttempe, hendekasilabe,
ĝis neniu spirito estu sur la tero,
ĝis la fino de la tempo kaj spaco.


 [Y vendré, y mientras duermas dulcemente,
sentirás, como el límite de la más dulce sábana,
el aliento de la memoria, el sueño de una vida,
último milagro de nuestra alegre primavera. 
Te amaré en cualquier lugar, en todo tiempo, con endecasílabos,
hasta que no quede espíritu sobre la tierra,
hasta el final del tiempo y del espacio.]


Leganés, 1 de junio de 2014