martes, 14 de octubre de 2014

Martes

Ese metro que llega siempre tarde
y esa angustia que llega siempre a tiempo.
Las clases de Legal que no perdonan.
La autopsia que te deja con mal cuerpo
y el sándwich de jamón en el bolsillo,
quizás no es el momento.
Por la tarde, corriendo a los ensayos.
Por la noche, queriendo estar contigo,
amor.
Y ahora la maldita cobertura.
Y luego los apuntes de Endocrino
que piden que me tire por un puente,
veremos si se salen con la suya.
¿Y a mí qué más me da que a la T4
le dé por elevarse sin remedio?
¿Seré yo quien le diga: «oiga, amiga,
se meta usted debajo de la alfombra»?
Y luego ponte a hacer historias clínicas,
y luego que si los evolutivos.

Pereza de existencia.

Y luego por la tele a todas horas:
«El ébola se acerca lentamente».
Pues ya lo que faltaba.