sábado, 31 de julio de 2010

Al atardecer...

A Manolillo Chinato, poeta

Al atardecer, lentamente mis sueños se estremecen
en un sinfín de colores que ciegan mi perpleja visión.
Al atardecer, cien soles de primavera se dejan ver en el horizonte
mientras mil lunas de invierno se refugian en el fondo de mi corazón.


Al atardecer, tú.
Al atardecer yo.
Al atardecer, sueño.
Al atardecer, no te encuentro.

Al atardecer me aburro de esperarte en lo lejano,
mientras al atardecer se difuminan tus contornos,
al atardecer se pudre mi alma con los restos de las últimas flores
que han ido cayendo en estos meses de abrasador verano.

Al atardecer el día espanta la esencia de mi amor infinito,
al atardecer, tres nubes de polvo y nada se llevan los recuerdos de mi amor,
al atardecer se va mi vida y se muere mi corazón.


Al atardecer, tú.
Al atardecer yo.
Al atardecer, sueño.

Y al atardecer, me muero buscándote...

lunes, 26 de julio de 2010

Tres poemas guardamarencos

I. Gaviotas...

El suave chapoteo de las olas que divisan tierra
me susurra al oído una canción de amor y de esperanza.

Lejos, muy lejos, unas madrugadoras gaviotas
revolotean tercas sobre mis recuerdos...

Y quedándome mirando melancólicamente desde la arena
sueño con ser una de esas hermosas aves
y huir de esta playa en soledad
                                                       para poder estar contigo.

- ¡Oídme, Aves del Paraíso! ¡Venid a mí
y llevadle a mi amor eterno esta triste canción!
Traedme a mi amada,
traédmela, tan sólo pido eso: traedla,
dejadme estar con ella un solo instante...

Y mientras,
                     inconsciente,
                                             esbozo dibujos en la arena que el mar se lleva,
el olor a sal me hace escapar un poco de ti sin quererlo
y soñando en este ardiente verano sin ti recuerdo tus besos entre las dunas
esperando desesperadamente encontrar tu silueta más allá del horizonte...


II. Brisa

Vuela otra canción para ti, preciosa,
y con ella y el viento huye parte de mi alma enamorada
desprendida al aire con nuestra amarga despedida.

Vuelan los recuerdos de otro tiempo feliz
del que añoro tus caricias y tus besos
que se han perdido en la brisa de un mar que de ti me aparta.

Hoy, entre suspiros y lamentos,
me he muerto por dentro de estar solo,
mi corazón se ha helado de no tenerte a mi lado.

Mas nunca, nunca, he perdido la esperanza
de que un día vuelva a tenerte entre mis brazos,
la esperanza de amarte como siempre y besarte como nunca,

porque sé que por fin volveremos a encontrarnos,
a querernos, a abrazarnos, a ser el uno para el otro
y a morir de amor lentamente en nuestros brazos...

 

III. Noche en soledad


Otra noche pasa y sigo esperándote
en la soledad de mi lúgubre habitación
entre los zumbidos sordos de un triste ventilador que me hace compañía.
Intento dormir, mas sin ti mi vigilia permanente no tiene solución;
intento soñar, mas mi sueño eres tú... y no te encuentro.

Miro anonadado al techo: te quiero,
sabes que mi amor puede más que la distancia que nos separa,
una distancia que me entristece lentamente
hasta colmar los más lejanos límites del olvido y la locura,
soñar tu amor me acerca a ti, mas no me basta
y por eso necesito que estés cerca de mí, mi vida,
para abrazarte con ternura eternamente...

Pero soñar, soñar tan sólo, soñar y no tenerte,
es abrazar el aire, es besar la nada,
es vivir siendo consciente de lo inerte y lo imposible,
es morir otra vez de amor sin poder acariciarte,
es salir de un sueño dulce y deseado
                                                                del que yo no quiero despertar...



 
Guardamar del Segura (Alicante), del 21 al 26 de julio de 2010

martes, 20 de julio de 2010

Otra vez

¿Esto era la vida? ¡Bien! ¡Otra vez!
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra

Surgen del corazón los primeros recuerdos después de despedirte.
Entre sollozos,
                       mi amor vaga junto a este triste lago artificial
intentando que no te vayas nunca de mi lado.

No sé,
            ni quiero saber,
                                   cuántas veces he soñado
tu amor despierto en tu boca de miel.
Sólo sé que no quiero apartarme,
                                                   ni por un momento,
de esos tímidos labios que me sonríen a cada instante.

Quiero volver a soñar tus besos una y otra vez
hasta el fin del mundo...
                                 ...y tal vez más allá.
Quiero volver a aspirar tu sublime perfume,
tu aroma de mujer enamorada que deslumbra mis sentidos.
Quiero volver a acariciar tus suaves cabellos de seda y azabache
y embriagarme de tu belleza una vez más
saboreando dulcemente tus labios de fresa entretanto
                                                                               para que todo sea perfecto...

Mas todo son fantasías del corazón.
Tú ya no estás,
tus labios, tus cabellos, tus ojos...
                                                   se fueron,
y con ellos también mi amor.

Ojalá pudiera no separarme nunca de ti,
sabes bien, mi vida, que todo me sabe a poco,
y por eso necesito amarte un poco más
antes de que me dejes solo soñándote otra vez
hasta el día en que vuelva a conocer tus besos...

sábado, 17 de julio de 2010

Te quiero

A la memoria del gran poeta Mario Benedetti (1920-2009)

"Si te quiero es porque sós
 mi amor, mi cómplice y todo, 
y en la calle codo a codo  
somos mucho más que dos."

Mario Benedetti

***

Te quiero.
                 - dicho así no basta -
Te quiero por ser la luz al final de mis versos.
Te quiero por conseguir despertarme cada día
y por soñarte cada noche frente a mi ventana.

Te quiero por ser como eres, mi vida,
por llenar mis días en soledad de fantasía,
por ser sencillamente tú,
                                       lo cual no es nada fácil.
Te quiero por dejarme entrar en tu corazón,
                                                                       tan puro y tan deseado,
por enseñarme a soñar,
                                      y tal vez también a vivir.
Te quiero
porque no hay vida más allá de esos cabellos de lino
que ondean suavemente al viento del verano,
porque el horizonte termina donde dejan de brillar tus ojos,
porque buscando tus labios una vez más
me enseñas a ser alguien mejor cada día.

Te quiero por los pequeños detalles
que me muestran cada día a una Noelia mejor - diferente -,
te quiero por no ser perfecta,
para así saber valorar los tenues matices de tu esencia,
porque bien sabes que no hay nadie,
                                                           absolutamente nadie,
                                                                                               como tú.
Y, sobre todo,
te quiero más de cuanto cabe en estos versos infames
que te escribo sin faltar cada noche a la luz de la luna,
te quiero más de cuanto puedo decirte
y más de cuanto nadie pueda contarte.


Te quiero,
                sencillamente,
                                       por existir en cada instante...

miércoles, 14 de julio de 2010

Atardecer

Mi fantasía se agota tratando de encontrarte
en el lamento de las aves y las luces del ocaso.
Las sombras de los árboles,
proyectadas al penetrar los cálidos rayos de sol en las ramas de los sauces,
me hacen sentarme un minuto frente a mi ventana,
mi ventana que es ya vieja compañera de amores y desamores,
la ventana que me abre al mundo cada mañana
y me susurra cada noche de soledad...

Y pensando

                  - soñando -
                                     junto a mi ventana,
te recuerdo con dulzura, amor mío,
y veo tus ojos en las luces del crepúsculo
mientras brotan del corazón las primeras lágrimas.

Los prismas de rocío de las hojas que se mecen al son de la brisa del verano
convierten el sol del atardecer en un sinfín de colores
que me hipnotizan desde mi tímida ventana;
sé que el sol no va a traerte a mi lado,
                                                             mi vida,
pero

        deseo tanto estar contigo...

Porque ¿sabes?,
cuando no estás,
cuando no veo brillar tus ojos en el horizonte
mostrándome el camino que lleva hasta tu amor,
cuando no vislumbro tu sonrisa en lo lejano,
cuando no se reflejan en tus labios los rayos de luz de este maldito atardecer,
lo único que puedo hacer es llorar irrefrenablemente;
llorar,

         una y otra vez,
                                 con amargura,
y pensar,

                soñar acaso,
que algún día volverás a mi encuentro...

sábado, 10 de julio de 2010

Vigilia

"Salicio:
Mas ¿qué importa el tener, si derritiendo
me estoy en llanto eterno?
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo."
Garcilaso de la Vega, Égloga primera
 
 
Como todas las noches,
mi alma te busca a su alrededor
en las flores frescas sembradas a lo largo del jardín,
en los sauces que se mecen a merced del viento cálido,
en las gotas de rocío fruto de la lluvia de esta tarde.

Pero nunca te encuentro.


No estás,
nunca estás,
al menos, no estás aquí, conmigo...

Intento no pensar en ti,
pero no puedo,
y mientras te evoco sin retorno en el horizonte profundo
sueño...

No puedo vivir sin ti, mi vida.
No puedo estar esperando amargamente
llorando en mi ventana
esperando que la luna me traiga a mi amor...

Y aunque soy feliz en la distancia,
necesito tenerte entre mis brazos, preciosa,
mas mientras tanto sólo puedo llorar
y soñar con nuestro encuentro...

miércoles, 7 de julio de 2010

Sin título, II

En esta intensa noche de julio
miro otra vez por la ventana
buscando tu silueta en la penumbra.

En esta intensa noche de julio,
"viva san Fermín"
, unos; otros, "viva España".
Yo sólo tengo algo que celebrar:
                                                    tu amor. ¿Te parece poco?

Y mientras España entera se une a la fiesta
yo sólo pienso en ti
                               y en nosotros.

Bien sé que junto a ti
poco importan los cuarenta y cinco grados a la sombra;
junto a ti

               el verano tiene sentido
y poco importa ese sol ardiente y rutilante.

Cuando estoy contigo
                                    invocas mi fe en ti,
y ya no creo en nada
                                 ni en nadie
                                                  que no sea en ti.

Cuando te vas de mi lado
vuelven las tinieblas,
pues mi vida no existe si tú no estás, Noelia mía.

Es más,
             nada existe si tú no estás

Te quiero tanto, mi niña,
que sólo aspiro a tenerte un instante más,
un segundo más, entre mis brazos,
porque ya no puedo ser más feliz que lo que soy
                                                                            contigo.

Y es por eso que cuando no te tengo
tan solo suspiro a los cuatro vientos por que vuelvas a mi lado,
                                                                                                     y sueño...

Mas, mientras sueño,
mis voces de amor se pierden en el silencio
entre los gritos de los españoles
y los sollozos de los alemanes.

lunes, 5 de julio de 2010

Sencillamente... tú

Noelia,
tú eres mi sueño,
mi amor, mi vida,
la razón por la que escribo
y la razón por la que muero.


Eres mi canción, mi música,
mi fuente de inspiración,
pues tus ojos sugerentes me obligan a escribirte
cada día en este olvidado cuaderno
para abrir mi alma a la claridad de mis versos.


Noelia,
tú eres mi poesía,
mi suspiro, mi locura.
Eres el fulgor tenue de un sol de primavera,
eres la belleza ideal plasmada en un lienzo real,
eres...
         ... tan preciosa...


Eres la razón de que muera de amor cada noche
después de vivir amándote cada día.
Eres la llama de la pasión de mi alma,
eres lo único por lo que merece la pena vivir
y por lo que merece la pena morir...


Noelia,
eres mi ser condensado en otro cuerpo,
eres parte de mi alma
y eres toda mi vida.


Noelia mía,
jamás te olvidaré,
pues jamás dejaré de amarte
como el primer día en que encontré esos ojos brillantes e ingenuos
que me enamoraron al instante;
y ahora,
delante de mi viejo cuaderno,
sueño despierto con el día en que vuelva a saborear tu amor...

Te quiero.

sábado, 3 de julio de 2010

Sin título, I

Hoy,
como otras veces,
la noche derrite mis sentimientos en este cuaderno rojo
hasta consumirlos por completo.


Miro por la ventana y en el semblante de la luna llena
aprecio tus dulces ojos verdes,
tu pelo, tu diadema, tu perfume...


Embriagado por el aroma que desprendes, amor mío,
me hipnotizo suavemente contemplando tu rostro inocente
lleno de alegría, de belleza, de amor, de fuego...


Mis palabras no pueden describir todo cuanto siento.


Ahora sólo espero volver a hipnotizarme,
volver a tenerte entre mis brazos,
volver a besarte,
volver a enamorarme,
volver a ser yo.


Mas mi amor no cabe en la tinta de este inútil bolígrafo azul
en el que imito sin resultado los recuerdos soñados
mientras sigo soñando despierto
contigo.


No hay nada más bello que la indómita realidad.


Noelia,
mi amor,
no sabes cuánto te quiero...

Naturaleza salvaje

El reflejo de mi amor junto al arroyo
mansamente se diluye en lo lejano.
Despacio, la naturaleza salvaje me invade
y recuerdo desde lejos a la joven que tanto quiero.


Ciertamente te echo de menos, mi amor.
Por todas partes, Noelia mía, diviso tu imagen.
Estos montes no te olvidan, preciosa,
ni yo tampoco te olvido...


Sabes, mi niña, cuánto te quiero
y cuánto te he querido cada día,
y aún, cada noche,
llorando amargamente tu ausencia;


cuando estás conmigo, no puedo dejar de quererte,
y cuando no estás, mi vida, me desespero,
pues tú fuiste, eres y serás por siempre
la chica a la que más quiero...


Cercedilla (Madrid), 2 de julio de 2010