martes, 29 de mayo de 2018

Last call

El busca es un relámpago en la noche.
Un código,
y yo con estos pelos
(menos Abi
que siempre va estupenda a todas partes).

En Boxes son las tres de la mañana.
En Boxes sólo hay penumbra infinita,
fantasmas que se ubican y se escapan.
En Boxes se firman las sentencias
de muerte de los hombres.
La Observación ejecuta,
y, en Críticos, tan sólo
sepultureros del fracaso.

Joder, qué ganas tengo de triarme.
Y vienen. Y llaman. Y piden.

(Mi amor es veraniega flecha.
Mi amor es tan lejana
criptomnesia...)

Confirmas que eres otro
si piensas que el espejo está abollado
y tú eres quien lleva los golpes puestos.
Llegado un punto
(que pueden ser las seis de la mañana)
ignoras tu alma exangüe
te aferras a tu mnesis, "yo soy joven
y médico, tengo un trabajo digno".
Pero ya eres algo menos que un escombro,
un yermo subproducto del sistema.

Yo no he dejado escrito
que el tiempo, con su arena,
corra
también para nosotros
Yo no he dejado escrito
que el viento arrugue el polvo de las hojas
blancas del calendario.
Yo no he dejado escrito
que quiera marchitarme poco a poco.

Soles de noche ciegan
miradas que, vacías,
recorren los pasillos de la Urgencia,
y que nadie recoge.

¿Y tú me lo preguntas?
Una guardia
es un dispensador de martillazos.