jueves, 30 de marzo de 2017

Para siempre

Si no tuviera sueño y te mintiera,
si cada primavera nos saluda
amándonos, exactamente así
como nosotros...

Si no hubiera pasado tantas noches
creyendo, describiendo lo increíble,
si no hubiera querido ilustrar tu parpadeo
de dulce mariposa a la sombra de una higuera...

Dentro de muchos años,
cuando broten, argentados, tus cabellos,
cuando yo sea un boceto artrósico de mi mísmo,
entre el llanto incuestionable de los nietos
releerás un viejo libro con tu nombre
buscando versos inocentes entre líneas.

Algún día
todas esas arrugas serán nuestras,
seremos otros
como hace cinco años no éramos estos
que transitan las salas de conciertos.

Estas manos
aún recuerdan la madera sedienta,
el tierno crepitar de los cristales
del tren, de un nuevo viaje,
el sórdido rugido de un Airbus
320 entre Viena y Varsovia,
las tardes dibujadas en la bruma
de un tácito Madrid que nos descubre
en cada intimidad una poesía.

Y es que la mar del sur
no tiene nuestro ingenio de cometas
arcoiris.
             Y nuestros hijos verán
migrar a las gaviotas
algún treinta de marzo en la bahía de Cádiz
así como mirábamos nosotros
los peces del estanque del Retiro
cuando aún éramos jóvenes.
                                       — Tú lo sigues siendo.

Que ya no somos esos fugitivos
que esconden en silencio los abrazos
al paso de los trenes.

Hoy tengo que dormir.
                                Mañana, un sueño
que vuelve a tomar forma con un beso.

Llegado el día,
mezclad nuestras cenizas y enterradlas
entre unas partituras.

Leganés, 30 de marzo de 2017.
Cinco años. 

sábado, 11 de marzo de 2017

Ese tren

Ese tren,

trece años después, la hora de autos.

Palomas negras

rugen el

ver-

so

ametrallado.

El aire,

perfundido por cuatro truenos

de sangre y ceniza.

El silencio

corta el cenotafio

de los andenes recompuestos por el recuerdo de las manos.

Madrid, 11 de marzo de 2016

miércoles, 8 de marzo de 2017

Nevermore

Nadie está preparado para intuir
el hierro en el oído,
la soga en el teléfono,
el puto silencio.

Nadie está preparado
para tomar el ariete
y entrar en esa casa,
contar las puñaladas,
cerrar la cremallera,
hacer la autopsia;
para limpiar la sangre,
para cerrar la puerta.

Nadie está preparado
para empuñar la sórdida palabra,
y disparar directamente al cráneo de esa madre,
secar lágrimas muertas por las calles,
romper el calendario para siempre.

Ellas
tampoco lo estaban.

Leganés, 8 de marzo de 2017.
Día Internacional de la Mujer.