viernes, 11 de febrero de 2022

Azul, incógnito

Azul, incógnito. Tus ramas de sombrero
despliegan sus incómodas ranuras 
para arbitrar más altas las laderas.
Tal como salen, indagamos
la suerte misma del cuento
verjado de ideales indelebles,
reclamos de jabalí,
misión de las nociones asfixiantes.
Trasladando su sesgo,
se excluye un visionario suscitante:
la lucha del color, la esclavitud
del cedro sobre el Líbano, y la muerte.
Sanadoras las hachas
que otorgan verte fiel, tú, indecoroso
lloras, finges, excavas tu pobreza
y adviertes que ya nada te conforta.

Versarás en la nieve,
harás lienzo en monedas con tu efigie
y nunca tendrás nada.

Que, para hallar la audacia que se siente,
se ha de encomiar, sincera, la palabra.
Un cosmos que, sangrante, nos ignora.

Escritura automática.

Leganés, 11 de febrero de 2022, 01:19 

La mirada del cuervo

La mirada del cuervo descendía
particularmente quieta, distante
en la oquedad clamada
del faro que se apaga en tintineos.

Las nubes de los tabacales rojos
disputan tus elipses en secuencia,
suscitando, secretas,
su ascética semblanza sin silencio.

La hierba, horizontal, hervía su anhelo
con húmeda dulzura y viento blanco,
descansando el camino del recuerdo
quebrado, empalizado en cuatro manos

mientras hacemos tiempo
pugnando por amar lo inexplorado
en la estela que ha dejado la lluvia
sobre el gránulo egregio del asfalto.

Leganés, 11 de febrero de 2022