sábado, 15 de diciembre de 2012

De igual a igual

...para aguardar con calma
a que te crees tu misma cada día.

                                                   Ángel González

Capricho de media tarde de viernes.
Tu soledad con la mía
resisten,
más son débiles
como el canto incorpóreo de la palabra antes de un beso,
como el sinérgico latido del silencio
con tus manos.
                        Sangre de nuevo invierno,
místico, en los bordes afilados del muérdago
de plástico de una esquina de la Plaza Mayor,
en la que nunca da el sol,
que se esconde a los turistas japoneses
y a esos incómodos señores
que venden esos helicópteros asesinos a los niños
en los márgenes de la calle, ocultos
por las sombras intrépidas de los compradores
de última hora
                       y allí,
tú misma;
                evocados nosotros
de igual a igual
bajo la atenta mirada de los Austrias
invocamos la magia perdida,
rumor vítreo de rosas
que inventó la lumbre persuasiva de tus ojos.

Y ahora,
              (es decir, después,)
como dijo el poeta, estoy
besando un beso.
                            (Te recuerdo,
pero escapas.)
                      Vuelve a mí
esos tus ojos,
que este cataléptico Lázaro
levante la luz de tus caricias.

Y eres tú,
libremente ideada,
modelada
en la canción florida de sueños y de pájaros,
en realidades manifiestas,
sólo tú,
así sin más,
en tu sencillez acostumbrada.

He aquí el secreto, y de este modo
somos nosotros
algo más que la suma de las partes.

Somos nuestros,
corazón,
ni yo de ti ni viceversa.



Leganés, 15 de diciembre de 2012

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Apalabrados

Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi.

Luis García Montero


Tú dices "vida",
y yo, "sueño",
y, azul, me sueñas
una flor
que es luz en el desierto.
Intento decir "cerca",
mas se queda en "pronto"
y yo,
voluntario vasallo,
musa del tiempo
de mí, del Universo.

Dices "viento"
y en cúmulos dispersos de belleza
se levanta el alba,
vienes a mí
única,
restituida
como el viento que acuna
las rosas de papel en miradas inocentes.

Me toca:
ahora
digo
"miradas",
y te miro,
Diosa mía,
manantial de arcoiris conjugado de susurros.
Sobre la luna titánica
despierto un boceto de tu boca
con el lápiz de un verso.

Y dices:
"sonrisas",
y
me enseñas el camino.
Mientras, con luz difusa de reflejo quiescente,
los brazos de la mañana se escapan
confundidos
en el tacto de seda que me ofrecen
tus sentidos.

                       El juego
se pone interesante.
                              Tras
la necesaria pausa
de tus besos,
dices "corazón".
                           Levanto
la mirada
y
tus ojos músicos
me susurran vientos lejanos,
canción de cítara sombría,
perfecta sinfonía descompuesta por el polvo
de los tiempos
inquietos
que dominas,
que me regalas.

Pasan
los turnos.
Yo digo "arma", respondes "cama",
tú dices "amor" y yo te invoco,
infinita
te pienso
ferozmente realizada,
te deseo
cristalina estrella,
inmaculado rocío de primavera,
y con el íntimo deseo de aquellas miradas
de fin de invierno
resucitadas
                  dejamos el juego









                               ...y bajas a la tierra para llevarme al cielo.




Leganés, 28 de noviembre de 2012

Lluvia

El alba de la noche
difumina el cristal de la mirada
perdida de los taxis.

Asisto
a la necrosis de la primavera,
letargo de caricias y miradas
otrora

        en otro abril
                        transfiguradas
en las tardes hipnóticas de un noviembre nuevo
infiltrado de elogios y  de rosas.

Despiertan
las sombras
escritas en el llanto de la tierra,
tercamente escabrosas.
Danza macabra.
Afasia.
Tiempo de alucinaciones visuales.

La noche del diluvio. Con la mirada puesta
en el cantar de gesta del habitual silencio,
aquí me hallarás, camino del suplicio,
confundiendo mis versos con realidades,
con el alma derrotada del deseo.

A la luz de tu trémula sonrisa
nacarada, inviolable, fenestrada
                                         de misterios
en penúltimas paradas de autobús,
pulquérrimo vidrio,
                               —testigo
del paso de los años y los hombres
bajo las nubes
lacrimosas de lóbregas mañanas
malditas,
hipnotizadas en la mirada de la luna
evocando el rumor callado de la tierra.

No me gustan los días de lluvia.





En el autobús, 8 de noviembre de 2012.
07:26

martes, 6 de noviembre de 2012

La música

A Ángel González

Si la vida fuera música,
me pasaría las tardes
de cinco a nueve
dibujando en las nubes
componiendo
la eterna primavera de Vivaldi
y el invierno de Piazzolla.


Si la vida fuera música
habría terremotos de timbales
y violas de destrucción masiva
y no habría
conciertos para gerifalte y orquesta.
Tan solo
se
atendería
a reglas puramente musicales,
             armonía,
             belleza,
             ritmo
             constante....

Pero
también hay un poco de nosotros,
y
si la vida fuera música,
en las noches oscuras
envueltas de otros tiempos
la cuerda quebrada del silencio
nos traería
catedrales sumergidas en el viento
del oeste,
la voluntad póstuma del piano
en la pétrea cabellera
de un busto despeinado de Beethoven,
¿o era Schumann? —Ahora
que lo pienso, podría
ser
Liszt.
          Es igual,
pero
te quiero decir
que
si la vida fuera música
me pasaría
las noches en vela
acompasando
canciones en las sombras
deslizando
cada dos por tres un tres por cuatro
reuniendo cuidadosamente las negras con puntillo
en la ribera oculta de tus sábanas de pentagramas
interpretándote despacio en arpegios de amapolas
porque
si la vida fuera música,

serías la más perfecta sinfonía.

Leganés, 6 de noviembre de 2012

martes, 30 de octubre de 2012

Tempus

Y pasan
como pasan otras tardes ingrávidas
en la vana memoria de tu ausencia,

como pasa
el último tren de tu sonrisa
resbalando en tu ventana;

como pasa
el roce primigenio de la carne:
viento de fragua,
temblor de rosas;

como pasa
el tiempo, la vida en verso,
como pasan las cigüeñas
y los sueños;

                                         sin preguntas.


Leganés, 30 de octubre de 2012

lunes, 29 de octubre de 2012

Soneto escaso

Piet Mondrian, Composición
en rojo, amarillo y azul

Las vidas
amarillas
no tienen
quien les escriba.

Y en las nubes
de noviembre,
se mueren
los azules.

Los rojos
de otro otoño
se duermen,

quizá, un poco,
como estos versos
se desvanecen.

Leganés, 29 de octubre de 2012

Soneto flautista

Para Laura y Leo, con cariño
(y varios días de retraso...)


Vuelan los recuerdos en las trémulas corcheas
que busca la memoria al devenir de otros tiempos,
dulces libertades, de otras cuerdas, de otros vientos;
sinfonías dispersas en la niebla que las lleva.

Vuelan los instintos contenidos en las alas
de aviones de papel frágiles y enamorados;
vuela la vida eterna a los versos susurrados
al clamor de dos palabras; en el parque, en el alma.

Mientras ruge el general invierno en la Meseta,
una nueva primavera aflora en la distancia,
el resplandor de vuestros sueños entrelazados.

Y desde aquí, un poco desde lejos, me acuerdo
de aquella tarde de agosto tan feliz, perfecta;
y de cuánto añoro vuestra sublime experiencia.

Leganés, 29 de octubre de 2012

domingo, 28 de octubre de 2012

Soneto luz de media luna

Plaza S. Marco, Venecia (Fuente: Wikipedia)

Negra sombra, brillo incierto, aroma gris,
perdición de madrugada intencionada,
una guadaña y dos velas de fría plata
constituían las seis partes de su hacienda.

Preso infame de la furia de los tiempos
en la sórdida morada de la amnesia,
la recíproca condena de las almas
languidece con instintos de penumbra.

Y así se pasa la vida, añil y triste
con rumbo de veleta estudiantil, muerta
en el aura descompuesta del misterio.

Y así desaparecen los años. Tiempo,
poesía derramada al viento. Y tus labios,
deslumbrados por la noche en el recuerdo.

Leganés, 28 de octubre de 2012

martes, 18 de septiembre de 2012

Ojos abiertos

Desafiar cada noche
al canto susurrante del sosiego,
rememorando las vivencias últimas
en la calma errante de la razón,
en la trágica oscuridad del sentimiento.

Para ponernos nombre,
(perdóneme, ilustre don Luis García,
por enquistar una de sus perlas
                                                   en el aire
desdichado y mal inspirado que es este poema)

con la memoria pasada, observemos
sin prisa alguna el discurrir de las estaciones.

Os recuerdo
como hijos de otro tiempo.
No olvidaré aquel año
cuando la inquietud temblorosa del desamor
se tornó (¡oh, caprichos del destino!) en alegría
y gloria sin fin. Porque
en otras primaveras
(digamos mejor horribles inviernos)
fuisteis todo y nada; fuisteis polvo, o vida, o sueños
que el tiempo fue horadando en la sombra de la almohada.

Y ahora,
cuando han triunfado las espadas,
os contemplo
tornados en recíprocos autarcas
de un gobierno infinito, mas frágil, doloroso,
peregrino;
                 con el sentir sombrío
de aquellas noches solitarias que sin remedio
se quebraron en un último amor
apercibido frágil e imposible.

Tus lágrimas, en mí. Mis lágrimas, contigo.
En la hermenéutica perdida en el último verso,
me siento como aquel osito de peluche,
             – ¡símil absurdo!, pero correcto a todo punto – ,
     (que fue vaticinado en la noche de los tiempos
     por un poeta desenamorado de un febrero remoto,
     perdido en el otoño;)

que pervive en la miseria del silencio amado,
que no se va,
que no regresa,
que no huye
mientras el amanecer complutense le da la espalda,
acaso no tan lejos de la ignorancia
no muy cerca de los tiempos pretéritos.

Saber valorar (obviamente, a tiempo)
que la amistad no es tierra baldía en el corazón,
ni mucho menos. Saber valorar
las caricia cibernéticas de aquellas noches
frenéticas, temibles, imborrables.
                                                      Mas
el poeta nunca anhela, ni somete,
tan sólo espera
al veredicto de aquella burocracia cósmica
que convirtió las cenizas en fénix.
De un lado o de otro,
está en la mano de todos, de nadie, de algunos,
en la apertura fugaz a una nueva experiencia,
a una nueva esperanza
de primaveras tejidas en la incombustible
energía infinita subyacente de la vida.
Ni siquiera reclamo lo que es mío

En ciertas ocasiones
merece la pena volver atrás;
los años del recuerdo.

Ojalá no se os prive
de lo que el amor os legó esa noche de marzo,
pero (y conste que digo por ejemplo)
si una noche lejana
los viejos fantasmas se convocan a tu encuentro
o al suyo,
al fondo de esa habitación oscura,
de ese ínfimo, oculto espacio saldrán los poetas
y los espíritus que en otro tiempo pergeñaron.


Con la satisfacción del deber cumplido,
tan solo espero
mirar hacia adelante y a las nuevas amistades;
mirar atrás
y no tener que arrancarme los ojos.




En el tren, 14-17 de septiembre de 2012. 12:14 h -11:52 h

jueves, 13 de septiembre de 2012

Aria triste

Equívoca memoria
para los remotos versos de fin de verano
en un desesperado intento por recordar
cómo se engendra un poema a media voz
después de vacaciones.

Noche difuminada,
ausente de razones y de sueños.
Se pierden cien espectros en la bruma.


viernes, 10 de agosto de 2012

Tres poemas canarios



Para Silvi, Javi, Alex, Charlie, César y Marcos
por un viaje inolvidable.


1. Soliloquio atlántico



Dios da pan a quien no tiene dientes.

Refrán castellano.

El crepitar de las auras
en la calma angustiosa de la noche.
Despiertan las musas. Buscan
la gentil sublevación,
la noche en el camino de tus ojos
lejanos,
             desafiantes.

Soledad de amores
a mil trescientos kilómetros de tus labios.
Se advierte
el susurro prodigioso del recuerdo,
la calidez trémola, esbozo de primavera.

Me muero de sueño, de hambre, de frío,
de amor
en mi trepidante búsqueda hipnótica
que mece esta cuna de plata hacia las estrellas.
Desaparezco,
consciente de mi desvanecimiento,
sintiendo a un tiempo que todo está dicho
y que no te he llegado a decir nada,
deseando identificar la voz de un ángel
en mi cruel soledad
(desplazada sesenta minutos a la izquierda
según se mira a Greenwich).

El vigoroso aliento de estas tierras
reclama tu ausencia en el silencio de una noche.
Hoy
estamos demasiado lejos para intentarlo,
Morfeo pide venganza.
Pero pronto,
tan pronto que el tiempo pase sin saberlo,
sin percibir su irreparable tránsito,
las sombras materializarán cuerpos,
anhelos nuevos y desconocidos,
nuestra vida entera consumada, nuestro amor.

Sentido de la vida:
la tuya y la mía, en una sola, única y eterna.


Playa de Arinaga, Agüimes. Gran Canaria, 1 de agosto de 2012.
01:38 hora local




2. Sur


Reflejos de sal entre la aurora evanescente.
Cien soles en la arena, rescatados del muelle.
La impetuosa luz de tu mirada entre las dunas.

Maspalomas despierta
en el inconfesable chirrido de las guaguas
rebosantes de sombras y alemanes.
En la orilla,

la multitud
cede
        sus loores al tabernáculo del puerto,
al emporio de las papas y del mojo,
del pollo asado "mit kartofeln" y del tapeo.

Entre tanto,
van naciendo del subsuelo
las sombrillas
laberínticamente distribuidas,
pedazos de claroscuro
perennes en la lucha por continuar enhiestas.

La avioneta
tal vez cortó el vuelo sin retorno de algún pájaro,
trocados ya en carroña de gaviotas.
Más lejos,
rompen las olas tornadas en sueño,
indiscutibles vidrios
que vienen a morir al regreso de mis brazos. 

Invoco a las ninfas del Atlántico,
tejedoras de sueños entre los circunloquios
controvertidos del poeta en la noche,
su morada única e irrevocable.

Juegos de arena, los soles sin dueño
atravesados
en el críptico gruñido imbricado en el viento.

La mañana
se diluye sutilmente en las dunas,
haciendo la croqueta
en la más alta cima, en la desértica costa;

y así 
          se resuelve en un atardecer sin nubes,
mientras buscamos otro mar donde compartir
las luces del recuerdo.


Playa del Inglés. San Bartolomé de Tirajana (Maspalomas), Gran Canaria.
1 de agosto de 2012, 20:00h hora local


3. Mediodía en el muelle



El mar. La mar.

El mar. ¡Sólo la mar!

¿Por qué me trajiste, padre, 
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste 
del mar?




Rafael Alberti, Marinero en tierra


La mañana serena.
Rugidos de espuma, huyen
de una incoherente cohorte de turistas
(de guiris nacionales,
principalmente).
                           Entre legiones de humo
y baluartes sin dueño,
despunta la calima en las montañas,
compañera inefable del alba canariona.

Y rememoro
la epopeya de sueños,
luz de luna llena,
mar de tarde ingrávida,
lejano palpitar
el ritmo incontrolable de las olas,
viejo cantar atlante que emerge de las aguas
desafiando a mi mente siempre amnésica.

Cierro los ojos.
Regreso a tu recuerdo
con la atención desviada hacia esa Diosa
que imagino lejana.
Sueños de iridiscentes horizontes.
Luces impulsadas por el alma de una noche.
Y entonces te contemplo.
Tan dulce como nadie.
Tan real como cualquiera.
Sublime.
Deslumbrante en las estrellas.
Idolatrada.

                  Después,
las últimas olas
borraron el recuerdo de la playa.
Solo queda
el eco de un fulgor desconocido,
la luz sobre las nubes de los sueños,
la vida en el recuerdo de tus labios.
Desespero en los mares del olvido,
mares de tiempo y sueño,
mares que se desvanecen y se desesperan
mientras un día más se nos escapa de las manos,
mientras nos morimos
para luego revivir entre tus brazos.



En el viejo muelle de Playa de Arinaga, Agüimes, Gran Canaria.
2 de agosto de 2012, 16:00h hora local

viernes, 25 de mayo de 2012

Amor suavis iugum est

Tui lucent oculi
sicut solis radii,
sicut splendor fulguris
lucent donat tenebris.



Carmina Burana (s. XIII)




Tus ojos me han devuelto la sonrisa
que se llevó la marea aquella noche de octubre.

Juan Ignacio López, Presagio

Tiempos difíciles para el amor.
Te recuerdo
                   (nada nuevo bajo el sol)
vanamente en la memoria descompuesta,
esbozando una canción desesperada
que se queda un poco lejos de tus ojos.

Sentir nuestra noche en el recuerdo de aquel día,
desvelándonos la eternidad para nosotros
allá donde se esconde el misterio de la vida,



He renunciado
a la métrica aplastante en el intento de volver
a los viejos poemas cultos del pasado,
(y, en verdad, no se por qué,
si el pasado no me evoca sino angustias y tristezas).

Porque

            allá donde estés, cielo,
mi eterna constante,
paso el tiempo hallando tus indicios
en la imperfección de mi aislada primavera.

Con el leve discurrir de tus caricias, vida mía,
en el hechizo de tu boca consumadas
a la sombra de la noche despejada en primavera,
tu corazón y el mío se buscan, se encuentran.

Y es justo entonces cuando de la más alta torre
el viejo e improvisado Platón cae derribado,
defenestrado.
                       Y un grito lamentoso escapa
donde otrora se encontraba tan noble cabeza
(es el chillido de un corazón atormentado,
deduzco).
                Te miro.
                              Y tú a mí.
                                               Te quiero, princesa.

Y no hay mayor misterio
que la magia engendrada en el deseo de unos labios
desesperados de amor, de carne, de alma y sueño,
mas al tacto vivaces, heroicos, generosos.

Ave,
        Hermosísima doncella.

Leganés, 25 de mayo de 2012. 16:12 h

Bases

Querer desprender
de la sombra de mi evanescente sinsentido
el aura de un poema triste a luz de media luna
tan sólo es el reflejo consciente,
                                                   fugaz,
                                                             de un tiempo perdido,
memorias que se fueron con el viento del otoño,
no volverán.

Volver al origen,
evadir el abismo que separa dos tierras quemadas por el paso del tiempo,
despertarme sobre las ascuas de un sueño vuelto en polvo
y el polvo en ceniza.

Me invade la intuición deliroide, la autodestrucción,
el inefable destino al que estoy encomendado,
morir de estudio,
y me desvelo en la sórdida quietud y las nubes de pólvora de un fin de primavera.

Vuelan las angustias del camino al aire
y del aire a mi recuerdo.
El pensamiento se recrea con la percepción
de cómo los fantasmas miran atrás al rememorar los pasos perdidos.


Leganés, 24 de mayo de 2012.
Trece días antes de la masacre

martes, 22 de mayo de 2012

Sobre un asunto serio

Queridos amigos:

Hoy no puedo escribir un poema. Desde hace tiempo mis estudios de Medicina me ocupan todo el tiempo que antes tenía disponible para componer, escribir, disfrutar, viciarme al Minecraft, etc. Pero quedan poco mas de dos semanas para los exámenes finales y las cosas se me están yendo de las manos.  Mi vida en estos últimos meses se ha visto rodeada por la frustración.

Supongo que no soy el único al que se le olvidan los temas de psicología médica a los cinco minutos de haberlos aprendido. Me siento angustiado por los días que vienen ahora. No se si me lo merezco por no haber cumplido con mi plan ideal y maravilloso de estudiar al día desde febrero o tal vez sencillamente es que soy humano y no puedo seguir el ritmo. Este mes que falta hay que darlo absolutamente todo.

Informo a vuestras mercedes de que en este tiempo, si ve la luz algún poema, será para el ciclo "Insomnio" o algo así; es decir, una vía de escape a la ansiedad en forma de escritura furiosa y desesperada. Por otra parte, renunciaré a mi preciado portátil durante todo el día: me dedicaré a sacar mis exámenes. Los ratos de asueto se los llevarán algunos ensayos de banda y la natación y como mucho me conectaré por las noches porque por razones sentimentales necesito hablar con ciertas personas a las que necesito sentir todo lo cerca que se puede sentir por Tuenti. Esas personas lo saben.

Por último, me queda decir que si mi frustración, de forma consciente o inconsciente, mosquea a alguien o tengo alguna actitud destructiva proyectada, ya sea en los poemas, en persona o por las redes sociales, le ruego que me lo haga saber. No es mi intención, pero las cosas están como están. Ojalá que esto pase pronto y que a partir de ese anhelado 18 de junio volvamos a disfrutar de los placeres de la vida, la amistad, el amor y la libertad.

Hasta entonces, besos, abrazos, carantoñas y achuchones múltiples para todos. Nos vemos pronto.

Juan

viernes, 11 de mayo de 2012

Los días tristes

En la bruma,
ocultos por las gentes,
te mostraste ante mí sutil y deseada.
                                                          Intento recordarte
en las largas tardes de primavera
a la sombra de Madrid,
                                      tú y yo,
                                                   la vida entera;
acaso un primer beso
cerca de la estación que vio florecer nuestro sueño
escondidos de la gente y los viajeros.

Cerrar los ojos, la luz eterna...
                                                 Y escucharte lejana
en el alma descompuesta de una sombra,
en la última calma de los viernes.

Sentirte en mi críptico y noctámbulo lamento,
en el rincón oculto,
en el vivaz reflejo de un sueño a media luz.

Desearte, amor, mi musa ineludible,
en la soledad de esta vida hastiada de estudio;
despertando de un sueño sin fin y sin principio.

Desearte, amor, en estos días inciertos
que subliman las miradas en polvo y cenizas,
donde nuestra noche se confunde con los versos
que escapan al juego de luces en el silencio,
donde la nada es todo y todo es apenas nada.

Desearte, amor, y algún día despertarme
oculto entre tu pelo,
quietud afrodisíaca,
un milagro de onírico deseo.

Al cabo del camino,
nuestras manos tomadas de por vida,
el mundo por delante.
Y sentirme tan solo,
perdido en la sombra de las circunstancias,
sin poder estar cerca de tus ojos noctámbulos.

Mis días tristes y desiertos sin ti,
encadenado a la psicología y a un sueño,
mi sueño de luna y cristal oculto del mundo
(ajeno al espectro deliroide de una noche),
donde las ilusiones se conciben sutiles
al aroma de las frías noches de abril.

Y transfigurarte en humo al acercar mis labios,
o topar con el aire o la pared,
morir de amor en la oscura realidad.


Mi triste poesía esta noche de mayo,
mi espectro enamorado,
se escapa otra vez más por la ventana.
Insomnio.
                Mis ojos te desean en la tristeza....

miércoles, 2 de mayo de 2012

Treinta

Porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero.

Mario Benedetti, Corazón coraza 



Recordar
en su inmortal presencia,
percibida en el delirio del alba
en un sinfín de iridiscentes amaneceres
el encuentro casual de aquel invierno caprichoso,
nuestro anhelo consumado entre las amapolas,
en la noche perdida, acercándome a las estrellas.

Sentir las lágrimas
en la medianoche de las palabras,
intuyéndome solo;
                    y despertar a tu lado después,
la tácita locura de nuestros sentimientos,
otro presagio.

                Y es entonces cuando abro los ojos
para hallar mi vida entera en los tuyos;
y allí estaré, mi vida,
confundiendo tus límites con los de la Luna,
deseándote en nuestra, aunque tan próxima, distancia;
y allí me encontrarás, siempre fiel y apasionado,
a tu lado, por siempre hasta el final,
añorando
tu mirada en el recuerdo de la primavera,
buscando
la memoria de tu aura dorada en el camino;

y es entonces cuando se obra el milagro,
quietud afrodisíaca tu intimidad de lunes,
desvelo para mis sentidos, tu amor y el nuestro;

y el cielo de Madrid se abre a tus encantos,
buscando el recuerdo de aquel hechizo de viernes
al cobijo de los trenes, la brisa y tus besos.



miércoles, 11 de abril de 2012

Delirio de miércoles

Agobio. Sepultado en el montón de cenizas,
evoco tu perfume entre lóbulos y surcos.
Ayúdame a escapar
de esta monotonía hipocampal que me consume,
que se lleva mi vida por delante.

Se repite la historia.

                                  Me consumo buscando
una palabra sutil a mi inútil sinsentido,
un paraguas para protegerme del océano,
una razón para seguir luchando.

Tan solo en el encanto de las musas de otoño
encuentro la magia que me mantiene despierto.
Lo demás
          son memorias perdidas en la niebla,
ecos de fin de otoño que se tornaron sueños.

Contigo he renunciado
a los amores incorrectos de otras noches,
a la irónica inmadurez del tiempo;
tan fácil como pensar un poco y descubrirte,
tan sutil como mirarte a los ojos.

Tu voz,
que quiebra los relojes en susurros,
que inspira los temores y los versos,
que borra los fantasmas del pasado;
tu voz que es sueño, y más que sueño;
tu voz que es canto de vida y esperanza.

Eres la razón para seguir luchando, amor.
No obstante, amarte en el silencio
sin saber exactamente a donde no mirar
y esconder la vista de tus labios tan deseados
en la frágil soledad de nuestra fantasía
no es fácil para un poeta de jueves a las cuatro.

Y es que te miro
                            y el viento cede las palabras.

Entre tanto,
te busco en las paredes de mi cuarto,
en los juegos de sombras ideados por capricho
en el temblor de la luz que brilla en tus ojos,
en la brisa de las siete y diez de la mañana.

Así es el devenir de los poetas:
tu mínimo recuerdo alegró un poco estos tristes versos,
concediste a mis palabras la esperanza del regreso.

Mientras tanto,
la mirada perdida en los cristales del tren,
letargo de martes revolucionario en tu recuerdo.

Madrid
            se pierde en una sombra de taxis sin dueño.


En el tren, 11 de abril de 2012.
07:31 am

viernes, 30 de marzo de 2012

Liebestraum

Despertar una mañana
con el corazón pegado a las sábanas,
¿un presagio?

Es un atraco, amor; tus labios o la vida.

Luis García Montero, El jardín extranjero



Como el sol en las aguas,
me rendiste al calor de tu mirada,
al lujo de una mágica noche de verano.

Como un aura,
débilmente sosegada por la brisa
apareciste ante mí
como el reflejo cristalino de una musa.

Como un sueño
de primavera remota y florida;
azahar y sueño, tu mirada desde el cielo.

Como una diosa,
ella sueña en su ventana escondida:
es Sol,
         es Luna,
                    es reina.
Por las calles misteriosas,
ella teje el arcoiris de sus sueños.
Juegos de cielo y tierra.

En el desierto
dos luciérnagas lejanas me alumbran,
azabache infinito.

Los verdes rayos sobre la luna cristalina.
Te busco en las estrellas,
donde el horizonte se confunde con tus labios.

En el sueño dorado de tu esencia,
reflejos de diciembre en la ventana,
mi sueño de primavera.

***

Sobre el cielo,
la sombra de un nuevo amanecer a tu lado.
Reflejos compartidos;
sobre la luna de Madrid, nuestro amor espera.

Donde todo empieza,
una promesa sellada sin palabras,
un delicado delirio de idiotas.

Perdido en la penumbra de tus brazos,
el cielo abierto en un primer suspiro
y el aliento fugaz de tu recuerdo;
acaso una caricia escondida en tus cabellos,
acaso tu mirar deslumbrante, hipnosis de mis versos.
Mi poesía, solamente sosegada
con la mítica memoria de tus labios.

Echarte de menos
en el silencio de mi habitación;
amarga soledad, mi negra sombra.

Volver a verte
es anhelar disolver la bruma con tus besos.
Hasta entonces,
renunciar a mi lúcido presente,
buscarte en conjunciones planetarias,
ceder el alma, el corazón
al papel,
             la pluma
                            y el recuerdo.

El único recuerdo de tu nombre
quiebra la bruma;
y Madrid se levanta en mil pedazos de espejos.

Te quiero.

30 de marzo de 2012

viernes, 16 de marzo de 2012

La metáfora de lo transitorio

Que conste que escribir este poema ha sido mi mayor deseo durante años. Gracias por dejarme cumplirlo.


***
Lo indescriptible
está aquí consumado.

Johann Wolfgang von Goethe, Fausto, escena final

El cielo es maravilloso pero sin ti no tiene sentido
...sólo subo allí si estoy contigo.

Laura Hernández, Cielo
Para Javi, Silvi y Elena, porque algunas historias terminan bien.


Medianoche de viernes. La mirada perdida
en esa luna de primavera reflejada en la ventana de un sueño,
como una brisa oculta en este improvisado invierno.
La silueta de la última campana
despierta el sutil devenir de nuestro amor;
sombra y fuego, nuestro amor en lo profundo de la noche,
acunando mis besos
entre algún suspiro perdido en el viento de Madrid.
Quiero volar contigo
hasta algún lugar más lejos de la realidad,
volver a soñar el eco de tu perfume en el césped;
sentirte más allá
hasta desdibujar la fantasía en tus ojos.

Acaso
un atisbo de misterio que un día se tornó poesía,
poesía que volvió en manos el viento
y el ayer en polvo. Y nos buscamos
sin mirar atrás en el camino hacia tus labios,
escalera hacia el cielo, entrelazamiento cuántico,
mar abierto de mis sueños más profundos y deseados.

Dos o tres calles más abajo del misterio,
bajo su manto de estrellas espera el poeta
con la frágil luz de la esperanza
convocando a las musas en alguna esquina maldita;
la mirada desafiante a media luz
y el brillo del zafiro en sus ojos hipnóticos. Desprende
de su afilada pluma incandescente una canción de vida y esperanza
que corta las soledades en cien soles de primavera,
que fragua los corazones en la memoria de la noche.

Tan solo recordar tu nombre
en el eco persistente de tan auténtica ensoñación
desvela las más íntimas pasiones.
Recordar con misterio
la hierba recién cortada por tus cabellos
y un primer beso que ni el viento ni los trenes podrán llevarse.
Perdición de madrugada remota
tan solo franqueada por la pasión de un primer encuentro
y el anhelo del porvenir,
de cuanto nos queda por vivir,
del eco de nuestra preciada sinfonía sin fin.

Y al amanecer, todos despertamos
un poco sin saber dónde esta nada,
buscando el cielo y las estrellas en las sonrisas ilusionadas
que el embrujo de la noche nos legó.

No,
esta vez no ha sido un sueño, amor mío,
y te quiero más que a nada en el mundo.


Vuelan las palabras para el eterno recuerdo
de un fin del fin que se volvió principio del principio,
de cómo, desde aquel ángulo oscuro, los poetas imaginan las leyendas.

Lo indescriptible, está aquí consumado:
es el triunfo del amor eterno constelado sobre la metáfora de lo transitorio...

viernes, 9 de marzo de 2012

Smile

Tratar de invocarde la nada el fantasma de un poema
(sin éxito otra vez).
Sequía de tinta púrpura.
Desfallecer queriendo dejar mi alma en la pluma
y no poder hacerlo.
Revelar
la esencia de la noche y el silencio
entre los sauces metálicos de la estación
y una canción de amor
en forma de concierto para trombón y orquesta.
Las ideas
se escurren por las traviesas de la vía del tren
este intento de martes que transformo
en haces de fantasía diluidos por la hipnosis
de las seis de la mañana y de la niebla. 

 
Despertar una ilusión en la mente
y descubrir con algo de sorpresa
que no es sino la realidad oculta al final del libro,
dejar
que escape el tiempo sin tiempo
en la flor de tus sentidos nuevamente desvelados,
sentir, percibir, explorar el roce de sus labios.
Y eso será sólo el principio...

Sonríe.
Disfruta de la nueva esencia que el amor te ofrece.



A veces
me aventuro a imaginar mi vida sin amor,
sin vosotros,
un reflejo de espejos de mi invierno sin flores.
"Echar de menos
sin saber muy bien adónde mirar",
dijo un poeta alguna vez.

(Pero sólo ha sido una reflexión pasajera
y se la ha llevado el tren por delante.)

Yo debía estar en otro lugar del Universo,
mirando desde lejos, omnisciente,
cómo se recomponen vuestras almas,
cómo eclosionan de su latencia milenaria.
Mas
quiso la burocracia cósmica situarme aquí,
cerca de vosotros,
un poco (no mucho) alejado de las corrientes,
un poco (aún menos) separado de vuestro amor.
Y aquí está mi sitio, lejos de todo y con todos,
siempre fiel a los abrazos y los sueños,
peleando hasta extenuarme contra las conjunciones planetarias.

No hay apuesta mejor
que anhelar conociendo el resultado.
Órdago. Todo o nada. Es el fin de los principios
y el principio de una maravilla. Disfrutadla.

Leganés, 6 de marzo de 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

Noche toledana

A veces, ni los poetas somos conscientes de las palabras...

Esta noche no cabe la rima,
a la mierda todo (ya va siendo hora de hablar claro).
Sean esta noche mis versos amorfos un esbozo
de mi prosa degradada y deprimente,
pues es lo que siento,
lo que alcanza mi cabeza, dictados de Wernicke,
los ignífugos sinsentidos
que esta centrífuga cabeza quiere revelar.
Entono soliloquio irreductible (coral, tres voces)
de un poeta al borde de un ataque de nervios
con la única intención de apuñalar las palabras,
lanzarlas, ametrallar la pared con ellas;
la muerte en verso, mas bien la tortura
de un lento encubrimiento súbitamente implosivo.

Antecedentes:
el sótano.
            (llámese pozo, abismo, agujero, etc.)
Los días negros,
hastiados de palabras y de sentimientos
espoleados, hundidos, destrozados en la caída;
la cuerda roída y sin polea.
                                  Encaramarse
al agujero es tarea de hombres fuertes.
Otros esperan que las cuerdas lluevan sin invocarlas
esperando con genuina parsimonia la venganza del karma.
¿Cuál es la salida?
¿Rendirse es de cabrones?
¿Quien se ha rendido?
¿Quien juzga las palabras?

Nadie se ha rendido.
La palabra, el logos, una ilusión tecnológica,
la emoción perdura y no digamos la memoria.
Nadie se ha rendido (esto es importante)
y perdura en la atmósfera el grito no expresado,
la inquietud sin respuesta, el miedo a la afasia,
a permitir que se desprenda hacia la nada el sentido mas heroico del "ars amandi".

Mas antecedentes, por si fueran
pocos:
        el recuerdo, losa del alma,
de las viejas actitudes y los sueños.
Condensar lo que no se dice cuando ha de decirse
y lo que se dice cuando no ha de decirse en una noche.

La cabeza, hendida en la pared a golpes,
sangrando por los ojos finge no sentir los clavos.
Y es humano explotar de rabia,
decir cuatro verdades a latigazos,
aporrear la pared hasta tirar la casa abajo.
Y es humano exprimir los ojos en sangre y sal
para amedrentar las esperanzas
y odiar hasta los limites de la perdición humana.

Solo espero, en mi vigilia incontrolada de la madrugada,
que un absurdo no cizalle el sentimiento,
que alcancéis a comprender el por que del otro.
Mi condición de enamorado del amor no ayuda,
esta noche no soy sino lo que puedo ser
al lacerarse este (porque lo es) fragmento de mi vida.

Y a esto lo llaman burocracia cósmica.
A la mierda las conjunciones planetarias
y los brujos.
               A la hoguera. Al potro. A la horca.
He dicho.

Mientras que arden
será esta una noche larga y solitaria...

8 de marzo de 2012, 02:21am y sin sueño