jueves, 30 de diciembre de 2010

Pretérito imperfecto

Hoy mis recuerdos se diluyen en un mar de apuntes. 
Infinitas, obsesivas, las proteínas me miran desde el papel
                                                                             y no me dejan pensar en ti
mientras una sombra de fin de invierno me abruma sin retorno
que sigilosa, serena, sombría, se desliza suavemente siguendo a la noche.
Hoy también quiero estar contigo y no puedo, amor;
mientras pasa el tiempo inexorablemente en la soledad de mi vivir.
Me muero sublimemente en el malestar de este invierno gélido y muerto,
me consumo en el devenir de esta nieve de enero
que por congelar me congela hasta las ganas de vivir.

Felicidad de un instante, desconsuelo eterno.
Vivir cinco minutos para morir el resto del día mientras los aminoácidos me ignoran.

Y mientras cien interrumpidas sinfonías de enclaustrado canto que se apegan
a los delirios perfumados de aromas infinitos esta noche me acompañan,
sueño tu pretérita figura aderezada con lamentos evanescentes, luminosos,
evocando esos ojos tristes, sin derecho a contemplar la luz de nuestro amor,
que se ocultan despacio dulcemente entre las hierbas.


¡Soledad! ¡Maldita soledad! No creerás acaso
que mi amor era finito, débil, solitario, impuro,
pues nada más lejos de la inexorable realidad está,

porque esta noche amo a mi niña querida más que cuanto se puede amar en una vida,
porque esta noche creo en las primaveras floridas de trigales y rosas con las que soñé,
porque esta noche estoy realmente enamorado de un espectro de alma y esperanza.


»Soledad de amores, canto de muerte dispongo a cantar,
mas este no será el final de tan impetuosa batalla.
He decidido seguir hasta el final: protector, desafiante,
con el fresco y dulce sabor de mi amada siempre en la memoria,
deseando serlo todo, deseando ser para ella tan sólo,
amándola apasionadamente un día tras otro hasta el final de los míos.

Y poco importará que rondes mi vida, amarga soledad, no me importas;
sólo me importa mi vida, mi amor y las tediosas proteínas
que el Sabio Hidrofílico me enseñó a estudiar una mañana de octubre.

Todo ha terminado, maldita, escapa de mi vida igual que entraste:
sin decir nada a nadie, sin buscar explicaciones,

con la brisa primaveral y los granos de polen que se esparcen por el aire.
Todo ha terminado.
                                Noelia, mi amor, hoy te quiero más que nunca,
aunque los espíritus miserables de odio y soledad se ciernan sobre mis versos
y esta noche me hagan fluir lágrimas amargas de desolación y olvido,
pero aquí sigo, recuerda: protector, desafiante,
con el aroma de tu suave pelo
                                                y el sabor de tus carnosos labios, a cada instante,
honrando la memoria de los besos perdidos en el aire que respiro
en la oscuridad del pasado, en nuestra esencia, en nuestro pretérito imperfecto,
en el último rincón del corazón donde cabe un beso perdido o una caricia.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Navidad

Por fin llegó la Navidad.
Llegó el momento de asediar El Corte Inglés
y de escribir cartas y tarjetas deseando una felicidad que no tenemos.


Por fin llegó la Navidad,
tiempo de que la avaricia y la ilusión se confundan en un ansia
de liberación de esta crisis crónica que nos carcome.
En el murmullo de un salón de loterías
una mujer lamenta el décimo premiado que acabó en la lavadora.


Por fin llegó la Navidad.
Se abrió la veda de mazapán y polvorones.
Ya podemos descorchar aquella botella olvidada de cava catalán
que esperaba con paciencia su hora en la fresquera.
Genocidas de pavos, de corderos y conejos con mala suerte,
que les tocó dar su vida por nosotros en esta noche mágica.


Por fin llegó la Navidad.
Ya podemos ser hipócritas sin que nadie nos lo diga.
Hermanos, celebremos que el hijo de Dios ha nacido,
en una cueva de Israel, a las cuatro de la mañana un día de invierno,
y que sobrevivió al gélido desierto de la tierra palestina.


Por fin llegó la Navidad.
Ojalá que el espíritu navideño llegue a vuestras casas
y os colme de buenas acciones que duren el resto del año,
porque pocos son los que hacen el bien después de tener los regalos,
porque es más cómodo que mañana no sea Nochebuena,
porque montar el árbol es cuestión de un par de horas.
Que todos sepan lo amables que somos en Navidad
y lo pobres de espíritu que nos quedamos todo el año.


Por fin llegó la Navidad.
Coged, niños, unas cáscaras de naranja para que coman los camellos,
si es que al intentar coger alguna no se comen el tarro donde las dejásteis.
Echad, niños, coñac para los Reyes, pero no mucho,
porque si dan positivo la Guardia Civil se queda los regalos.


Cada casa, un mundo; cada familia, una historia.
Pocos quedan en el mundo con ganas de vivir la Navidad pura y feliz
en esta sociedad estúpida donde las ilusiones se cuentan en euros.
Vivamos la Navidad intensamente, mas como si fuera otro día más,
dejemos fuera las peladillas y los roscos de vino que nadie quiere
y hagamos un dos mil once de turrones y mariscos.


Alegrémonos, amigos, que es Navidad,
y ojalá que podamos celebrarla cada día.

martes, 21 de diciembre de 2010

Rimas satíricas, I

--- A Wikileaks ---

Al grandísimo genio de las palabras que fue D. Francisco de Quevedo

Poderosa información
que hace tambalear gobiernos,
es de imperios destrucción
salida de los infiernos.
Dieron suma decepción
nuestros nobles gobernantes,
¡cuán vagos y maleantes!
Lo que a nuestro parecer
fue consuelo de los locos
y baluarte de unos pocos,
de un valiente sinvergüenza
poco a poco se comienza
de una vez a conocer.

¿Quiénes osarían haber
semejante poder acopiado
que de no haberlo comprado
pueda a todos convencer?
¿Quiénes son, si no rufianes,
los que ya no se consuelan,
los que, si no corren, vuelan,
convirtiendo el agua en vino
por el efluvio divino
o bien transformando panes?

A las preguntas, respuestas,
y a los dineros cambiados,
según los adinerados
opiniones contrapuestas;
que mientras lleguen sus cestas
cada año por Navidad,
poco importan la verdad,
la razón o las protestas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Tortugas

It's not that easy being green,
having to spend each day the color of the leaves.
When I think it could be nicer being red, or yellow or gold...
or something much more colorful like that (...).

But why wonder, why wonder?
I am green and it'll do fine - and it's beautiful!
And I think it's what I want to be.

Kermit the frog (la rana Gustavo), It's not easy being green

En la luz sombría de la penumbra de este anochecer de invierno
cuesta sobrevivir, ciertamente, al pesar de la soledad.
Triste, solitario, humildemente constante en mis recuerdos,
aprecio en lo profundo de este desolado estanque
donde hace unos instantes los niños juegan a alimentar a las tortugas
el resurgir de una promesa de amor infinito y desmesurado,
sutil desenfreno de sueño y púrpura,
                                                            tenue brillo de deseo y misterio.

Quiero amarte lentamente, constante y perezoso,
como así las tortugas de este estanque
                                                               cubierto por la maleza y algunas migas
levantan la mirada al fluir insondable de los trenes y el tiempo;

Llévame contigo, amor, a las profundidades
de la perdición con tu canto de sirena enamorada.
Llévame, preciosa,
                             dejando atrás caparazones antiguos de piedra y cadenas,
anhelando otra noche más tus encantos bajo el agua,
sin dejarnos salir a respirar.

Mas no es fácil ser tortuga,
                                             lenta, inusitada,
                                                                        al acecho de la soledad y la muerte,
no es fácil cargar a cada instante con prejuicios y tabúes clavados en el cuerpo.

Y es por eso que no me conformo con tus labios de tortuga
ni tus manos de tortuga;
quiero alcanzar los ocultos rincones, profundos, deseosos de salir al exterior,
quiero amarte pura y evidente,
                                                 quiero amarte sin complejos
                                                                                                y sin caparazón.
                                    
Fuera queda la inocencia, desvestida, vulnerada, irónica:qué más da,
                   me pregunto, 
                                         te preguntas;
                                                               y, entre tanto,
me embeleso un poco más con el ondear improvisado
de tus cabellos de seda y azabache.

Llévame contigo, amor,
                                     sin pensar cuándo ni adónde escapar de la sombra del tiempo.
Llévame contigo,
                          pues mi sueño se escurre entre ropajes culturales de hielo y metal.
Llévame contigo, amor,
                                      o mi sueño será en vano.


Y al volver la vista atrás me encuentro con mi dulce tortuga,
que me espera esta noche, esta vez sí, más allá de los sueños,
para volver a zambullirme en un estanque de amores consumados
del que jamás quiero volver a salir...


Estación de Atocha (Madrid), 10 de diciembre de 2010
Dedicado a la tortuga más bonita del mundo

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un beso bajo la lluvia...

 Invierno:
               Solitario.
                              Incómodo.
                                                Moribundo.


Fluyen los recuerdos del perfume que dejaste en el rincón más íntimo de mi sentir,
deseoso de evocarlos una y otra vez en mi viaje de vuelta hacia la realidad.
Fluyen amores infinitos de la inerte lana, del cuerpo, del corazón,
que anegados por la lluvia del dulce diciembre reviven para contarlo.


Dejándome llevar una vez más por tus encantos,
abrazado a ti veo caer la lluvia como si fuera la primera vez.
Lejos, ni gritos ni cohetes turban mi sentir
en esta noche de frío invierno que transformo en tus mejillas.

Nada puede sustituir este momento irrepetible:
al margen de todo y de todos, sin mirar atrás,
encuentro hipnótico tus ojos, y me vuelvo loco,

y sin cesar nunca de besarte por todas partes
el agua, lenta pero constante, nos cubre una y otra vez.

Diluvia,
            mas qué importa, amor;
evaporándose el agua en el calor de nuestros labios...

Diluvia,
            entre clamores y suspiros,
buscando tus caricias perdidas en la soledad de mi presente.

Ahora no llueve.
                           Realidad.
                                          ¿Delirio?
                                                         Te has ido.
Quiero verte, besarte, acariciarte..., mas ya no estás;
efímero, sutil, incandescente, pasó sin dilación el día más feliz de mi vida entera,
sin quererlo, sin desearlo,
viviendo en un instante más que en toda una vida,
                                                                               mas pasó,
mientras en la desgracia de mi soledad caigo en la noche más triste de las noches
ya sin ti, mi vida, sin tus labios ni tus cabellos,
deseando volver a acariciarlos bajo la lluvia,
deseando volver a amarte bajo la lluvia,
deseando ser tú,
                          deseando ser todo,
                                                         bajo la lluvia.

Te quiero

Horcajo de Santiago (Cuenca), 7 de diciembre de 2010

sábado, 4 de diciembre de 2010

Sueña...

       »Sueña, volátil deseo, sueña, sueña:
jamás despiertes de tu letargo de cristal
un susurro de realidad y maldición.
       »Sueña, volátil deseo,
que me apuñalas con tus filos de verdad.


       »Sueña, triste amor de primavera,
con penumbras de hielo y verdades como espadas,
         sueña otras primaveras
que devuelvan la luz al horizonte nublado,
        sueña esperanza, fantasía, amor,
vuelve a mí los luceros del alba y los soles del agua.


       »Sueña, volátil deseo, sueña, sueña:
recogiendo en la quietud de la madrugada
los vidrios destrozados de sangre y savia,
        sueña el trinar simultáneo celeste,
voces de amor entrelazadas y unidas
en siseantes murmullos de hambre y fuego.  

       »Sueña la grácil liturgia
de un primer beso al pie de la estación,
        sueña la magia de la miel de tus labios
derretida en ardientes pasiones nocturnas y profundas;
        sueña perfección y vitalismo,
sueña en color, sueña en fa sostenido;
que todo cuanto amo y deseo sobre la faz
de este inmundo parecer que decimos mundo
haya tenido razón, justicia y sentido.


       »Sueña, volátil deseo, sueña, sueña:
suéñame con la luna llena sobre las estrellas
mientras te sueño en la oscuridad de mi habitación,
        suéñame infinito, constante,
muriendo entre tus brazos cada minuto,
reviviendo en tus labios cada hora.

       »Y sobre todo
sueña en la perdición de tu ventana,
compañera de viaje en soledad,
        sueña, en la alegoría solemne y tenebrosa
de otra noche más el uno sin el otro,
recuerdos de deseo, amores de piel y corazón,
gemidos de piedra y diciembre
                                                  quebrados
por tu discurrir susurrante por mis venas...

»Sueña, volátil deseo, sueña, sueña...

»Sueña,
              volátil deseo...


»Sueña...
                (...sueña...)



martes, 30 de noviembre de 2010

Phœnix ex cinere suo renascitur

Percibo en la mirada furtiva de la luna el dulce perfume que hipnotiza mi sentir.
No quiero despertarme nunca, nunca de la perfección soñada
en las noches de brisa tenue y amarga soledad;

quiero devolver algo de realidad al sueño imposible, tan sólo un poco,
lo necesario para poder sentir el seductor roce de tu cuerpo;
quiero desbordar felicidad entre gemidos y susurros,
quiero,
            requiero,
                            necesito,
                                          estar contigo...


En el discurrir sinuoso de tan singular dulzura
precipito mis anhelos más profundos en amarte locamente y sin límites.

En el fondo, la timidez,
                                     mi timidez,
                                                      tu timidez,
                                                                     viejas conocidas a estas alturas,
pudorosa consecuencia de tu melancólica pureza e inocente juventud...


¡Oh, miserable realidad! No sé a quién hacer caso:
las precipitadas curvas me sugieren un ˝más allá˝ rotundo y deseado
y tu amor de primavera me devuelve la inconsciencia
                                                                                  de querer besarte y nada más;
mas yo quiero alcanzar los más altos luceros del firmamento en tus ojos enamorados,
levantar la mirada a las estrellas y comprobar que ningún Dios nos observa
para poder volver otra vez más entre tus sábanas
y mostrar de una vez por todas el potencial oculto de mi amor desenfrenado.


Disfrutar de la libertad a cada instante
es una de las grandes cosas que aún nos quedan por vivir, preciosa,
la potestad de comprimir cien kilómetros en unos pasos,
el capricho de convertir dos besos en millones.

Mientras tanto, aquí me tienes, mi vida,
en el fragor de la lucha entre tu realidad y mis deseos,
confiando en que la paz se firme pronto
                                                 para podernos amar como sólo nosotros sabemos...

El aciago despertar de una mañana de noviembre
reduce a polvo los designios de un deseo eterno e infinito
que busco cada día, cada noche, entre los arbustos
tratando de liberar alguna caricia atrapada por su pasado.
Mortal, sin ánimos de seguir viviendo, pienso en ti
y rebusco en mi corazón las ascuas de tu amor,
                                                                           gentil incienso, aromática esencia.

Cada semana, un flamante fénix muere abrasado por el fuego de nuestros corazones
pero el instinto pasional de nuestros labios lo devuelve a la vida cada día.

Cada segundo, un pedazo pequeño pero intenso de mi alma
se evade cada día dando vida a la criatura enamorada
hasta que la pira está lista para arder en tu perfume. 

Y en la penumbra de mi sórdida presencia el fénix grazna
mientras se queman, sin retorno ya, antiquísimas cenizas;
con el furioso resurgir del efluvio de dos cuerpos deseantes
y dos almas entrelazadas.

                                      Pero esta noche va a ser diferente:
quiero que nuestro fénix sea libre y no se inmole,
quiero que en la oscuridad de nuestro pasado
una chisporroteante luz de ardiente deseo nos cubra
para que la inminente felicidad de nuestro amor sea nuestra única realidad.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Noviembre

Nieva en soledad.
Los últimos esbozos de un tímido sol de mediodía antes de esconderse
revelan iridiscentes espectros de cristal finísimo
que con su indescriptible color y pureza me evocan tiempos mejores.


Feliz en el ayer alegre, hermoso,
una vez más, todo es una gran mentira, una quimera, una ilusión,
un anhelo delirante del pasado que se vuelve a la memoria por compasión mutua.
Soñarte acaso ya no sirve, y no quiero sueños:
                                                                         quiero ser tu realidad,
la soñada realidad que no cabe en mis recuerdos.

Quiero que, esta noche, tu alma y la mía se recompongan
de una vez por todas;
                                  quiero ser todo de ti y tuyo al instante
y deseo perdidamente que esta noche seas también mía.

Quiero que de dos miradas ajenas encontradas por el encanto de tus ojos
que abandonaron temblorosas el cautiverio de la soledad esta noche de noviembre
surja el inefable instinto de la bestia libre y primigenia,
el instinto animal, el del cuerpo a cuerpo,
                                                           que entrelazando carne, mente, corazones,
me insta a disfrutar eternamente de la pasión que turbulenta discurre por tus venas.

Necesito soñar la tangible realidad deseada por mis sentidos
al tiempo que tus labios me despiertan a cada instante.
Necesito el roce de tu piel para seguir viviendo,
necesito amarte dulcemente y a la vez sin complejos,
para que al final encajen todas las piezas del rompecabezas
y el largo tiempo hasta resolverlo, amor, haya tenido algún sentido.

Mientras espero otra noche más a esos tímidos labios
de los que mi amor no sabe, ni quiere, despegarse apenas un segundo,
sigo inmóvil, solemne, pensativo, tratando de encontrarte entre mis sábanas,
buscando tus sempiternas caricias y tu beso de buenas noches
mientras solitario recorro las calles sin nombre
cubierto por la nieve de este amargo día de noviembre sin ti.

martes, 23 de noviembre de 2010

Lección de anatomía

 Al profesor Jorge Alfonso Murillo,
al que debo lo poco que sé de Anatomía

Con la mirada firme en los detalles anatómicos que la Nómina refiere
se aviva el deseo de descubrirte plano a plano,
y enamorado de tu anatomía de superficie ya no quiero
avanzar hacia lo más profundo de tu esencia.

Lo que ven mis ojos basta para llenar tratados,
mas reflejar la perfección en un dibujo
es labor imposible para el mejor anatomista.
A la vista de los hechos
desconozco esquema o atlas tan perfecto como tú,
y así, ignorante pero profundamente enamorado,
comienzo la descripción más hermosa del mundo...

Es obvio comenzar a describir por el principio,
y en la región anterosuperior de la cabeza dos luceros me hipnotizan,
el iris de color curioso, variación no descrita con frecuencia,
sin percibirse claramente que el pardo domine sobre el verde;
caudal a ellos se abre una cavidad real harto conocida
por la anastomosis discontinua de mis labios en los tuyos
de sección fusiforme, pequeña pero ágil
y con una sonrisa sugerente dibujada a cada instante.

Continúo mi descripción en sentido craneocaudal
y tras sobrepasar los relieves de tu cuello,
también reconocidos al instante por miles de besos,
encuentro sendos relieves anterolaterales, hasta ahora imaginados
y correctamente ocultos por planos superficiales de tela y vergüenza
que se exponen ahora núbiles, perfectos,
en el plano más ventral de tu hermosa posición anatómica,
plano soñado por el amante deseoso
pero ignorado por el anatomista más hábil.

Tiempo habrá para explorar los detalles;

así pues, desciendo poco a poco por una región que no recordaba en mucho tiempo
muy interesante pero con poca descripción

más allá de infinitas curvas innominadas excepcionalmente atractivas
que convergen caudomedialmente en la línea media
hacia una región peligrosamente próxima al borde caudal de la cintura pelviana.
Previa descripción de los miembros superiores,
por evitar la tentación prosigo en las extremidades inferiores.
En mente, una promesa: no describir el tercio proximal,
pero el deseo me vence,

                                       y tú, sonriendo inocente,
me pides que rellene esa importantísima laguna descriptiva.
Y como siempre, mentiroso de mí mismo, enamorado hasta el final,
te hago caso...


...

...lo que veo no es descriptible con palabras

y creo haber descubierto la perfección de las perfecciones.
Dulce, sinuoso, alborotado, inocente, como tú,
me olvido de esquemas y me concentro sólo en ti
por razones evidentes.

Y ... sí, podría seguir describiendo,
pero me embriago en tal medida de este descubrimiento
que poco valen los esquemas que he trazado
si no pueden reflejar el detalle anatómico más importante.

Y ese no se encuentra sino en el plano profundo
pero ni disección ni corte alguno los revelan;
solo un beso apasionado, una caricia, el más puro sentimiento,
muestran con nitidez un amor tan deseado y verdadero...
 

No sólo de anatomía vive el hombre;
tu esencia alberga mucho más que estructuras y detalles.
Y como aún debes conocer la anatomía más básica
para poder interpretar los resultados de mi estudio
prefiero renunciar por esta vez a la sobriedad de la teoría

para comenzar contigo sin más dilación las prácticas.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Sueño de amor

Sin que se note demasiado...

Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.

Federico García Lorca, "Romancero gitano"


Disfrutar a cada instante de tu eterna pasión
ya es el único motor de esta pobre vida
apaciguada por la soledad de la semana.

Entre la calidez de tus brazos y el ardor de tus labios,

entre luceros y amapolas, el sueño se ha cumplido,
y aquí estamos, mi amor: el uno para el otro,
en desenfrenada pasión, avivando la tímida llama de nuestro amor
en un silencio alterado por gemidos y armonías celestiales.

Pocos sueños llegan a hacerse realidad, pobre amor mío,

pero este se ha cumplido:
amarte tiernamente en la desnudez de la noche
entre susurros, besos, caricias y deseo...

Y me dejo llevar sublimemente por tus manos de seda

que se deslizan suavemente entre lo más recóndito de mi cuerpo
al tiempo que calculo las distancias
para no hundirme en la blancura de las sábanas
mientras busco entre los pliegues y las curvas
el milagro de la vida que se oculta entre tus ropas.

Pocos sueños llegan a hacerse realidad, pobre amor mío,

pero este se ha cumplido...

Y al fin,

apaciguado el deseo de dos amores en un cuerpo,
el palpitar simultáneo de dos corazones sometidos al influjo de tus encantos
va muriendo poco a poco entre besos y caricias
mientras te quiero como el primer día
y mientras percibo los últimos milímetros cuadrados de piel.

Pocos sueños llegan a hacerse realidad, pobre amor mío,

pero este se ha cumplido...

Mientras, dulcemente ahogado en la desnudez de tu presencia,

compruebo que sueño sin soñar,
me dispongo, impetuoso, a llegar hasta el final...

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Escarcha

Mis lúcidas ensoñaciones en este invierno profundo
desfallecen entre nieve y suspiros
                                                       como tantas otras noches.
Será la lluvia, será la gélida brisa de la tarde,
o tal vez será la helada soledad que me destroza;
escarcha y llanto, mi dolor se congela
                                                             y yo con él...

A la luz de la luna y los letreros luminosos
vago sin rumbo fijo en la soledad de mis recuerdos;
ya he desistido del influjo de la tentación.

Infinita paciencia que un día huiste de mi vida,
vuelve a mi regazo en esta noche de realidad maldita
resistiendo a cada instante, sufriendo por segundos,
acortando la lejanía de tu silueta esta noche...
                                                                           tan sólo esta noche...


Hipnótico, durmiente, miro al techo y me aplastan miles de recuerdos
que caen simultáneamente al ritmo de la lluvia vespertina;
vuelvo a estar solo.
                               Sin tu sonrisa.
                                                       Sin tus ojos.


Mas aquí me tienes, ensueño de mis sentidos,
recién despierto de una quimera de un amor discontinuo y sinuoso,
añorando la sabrosa melaza que emana de tus labios.

Hoy también
da comienzo la gesta de cada día de despertar con ganas de vivir.
La monotonía me invade,
y en la penumbra de este amanecer invernal ensombrece la luz de tus ojos.


Pero
cada semana,
un sueño único da comienzo
al revivirte en lo profundo de mi corazón en la lucidez del roce de tus labios.


Y un escalofrío recorre nuestro cuerpo unido, deseado, deseante,
mientras de la intimidad resurgen furibundas las ilusiones escondidas
y con los primeros espasmos de placer y amor profundo
entran en juego más que palabras
que desbordan un horizonte nuevo de sensaciones encontradas.

Y así, a golpe de pasión impetuosa, se forja la vida,
el espíritu de subsistir con hambre y sed de tus caricias cada mañana.

No obstante, en la imperfección de mi absoluta realidad,
carezco de la mal dicha virtud de saber esperar.
Insaciable como pocos, enamorado como ninguno,
no tengo voluntad para separarme de tan dulce miel
y cuando dejo de saborearte, volviendo en mí,
lamento eternamente no morir entre tus brazos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Despertar

En la lúgubre soledad de esta noche de noviembre, súbitos recuerdos me atacan;
desesperado en otro intento por traerte a mi presencia busco la realidad en oníricos deseos,
aterrado por tu ausencia enjugo las lágrimas de un corazón atormentado y perdido.

El sueño no me vence: te quiero.
                                                    Te quiero, y aun más que nunca,
aunque por ahora tan sólo ame un dulce espectro de sombra y libertad,
imagen falsa de tan verdadera que nadie podrá esfumar de mi cabeza.

Todo queda, todo pasa, y aquí estamos: el uno para el otro y a la vez la nada,
descubriendo algún mínimo detalle cada martes por la tarde,
subsistiendo a duras penas del lejano amor del otro.

Mientras tanto, fluyen los versos tras mis amargas lágrimas de otoño
recogiendo con tristeza el discurrir de tan indigna lluvia.
Hoy tampoco estás, mi amor, nada ha cambiado
y estar contigo es aún hoy un esbozo del pasado lejano...

Los últimos suspiros de mi alma atormentada
se confunden en la niebla de un Madrid helado y gris
mientras dejo que se apodere el sueño de este corazón vacío por dentro
que anhela poderosamente
                                          el resurgir de tu amor apasionado otro martes por la tarde...

lunes, 1 de noviembre de 2010

Fuerza y honor

A la memoria de Juan Antonio Cebrián (1965-2007)
Fuerza y honor 

Hubo un tiempo en que un sabio habitó entre nosotros,
la noche daba sentido a su vida.


Hubo un tiempo en que una cohorte de filósofos
levantó la mirada y caminó
hipnotizada por la magia de las ondas.


¡Oh, capitán, mi capitán!, guiaste corazones
                                                                   - también el mío -
bajo los treinta y dos rumbos del misterio,
con la espada de tu voz siempre en alto
como hicieron tiempo atrás tus favoritos.


Despertaste la Historia dormida del eterno pasado,
paseándote por las Pirámides, conquistando Persia,
tal vez entrando en la mente de mil napoleones
o quizá en el alfanje de un moro sin nombre;


y es que decir Cebrián hoy es invocar una leyenda,
porque aquella noche en que cambió el curso de la historia,
tu querida Historia,
todos sabemos que marchaste a saber un poco más
dirigiéndote con la cabeza alta a Alejandro Magno,
a Pizarro, a Sócrates, a Chindasvinto,
porque, en el fondo,
                              sólo sabías que no sabías nada.


Aquella Noche Triste que te vió marchar
todos fuimos Espartaco, yo también fui Espartaco,
tú fuiste Espartaco.
                               Porque la leyenda es inmortal,
bien lo sabes.
                      Entonces fue hora de marchar,
y te marchaste sin decir cuándo ni adónde.


Nos has dejado solos, Gran Maestre, como un padre
que sin remedio abandona tras de sí a sus hijos.
Sólo me consuelo al dejar volar mi mente
pensando que el recuerdo seguirá en los infinitos corazones
unidos por el calor y el misterio de tu voz,
y que, estés donde estés, maestro,
serás siempre mi Rosa de los Vientos.

sábado, 30 de octubre de 2010

Delirium tremens

From childhood’s hour I have not been
As others were; I have not seen
As others saw; I could not bring
My passions from a common spring.
From the same source I have not taken
My sorrow; I could not awaken
My heart to joy at the same tone;
And all I loved, I loved alone.
Edgar Allan Poe, Alone

Miserablemente solo, ajeno a todo, vagabundo,
recorro la ciudad sin saber adónde me dirijo.
Se apodera el olvido de otro pedazo de mi vida
y poco a poco va acabando con mi alma.
Esta noche me veo solo, muerto, inquieto, desafiante,
sin ganas de vivir ni de seguir viviendo,
sin esperanzas de esta vida malvada y solitaria.
Una leve esperanza agita mi deseo,
pero se disuelve sin más en cuatro gotas de lluvia.


He aquí mi realidad maldita:
deseo morir para así poder contemplarte desde arriba,
así nada podrá evitar que mi espíritu esté contigo.
He aquí mi realidad terrible:
quiero olvidarlo todo y quedarte conmigo,
pero todo esfuerzo es vano frente a la soledad más absoluta.


Solo, tremendamente solo, y rociado por la lluvia
me concentro en recordarte en esta noche de penurias,
y me reflejo en los charcos con el semblante vacío.


Muerte y destrucción.
¿Qué importa la vida si no es contigo?
Llévame contigo, Naturaleza asesina,
y una vez por fin desprendido de toda materia yerma y descompuesta
muéstrame el corazón puro de mi amada infinita
para morar en sus recuerdos por toda la Eternidad.

Lluvia

Tristemente solo, misteriosamente ausente, veo caer la lluvia desde mi ventana.
Inútiles recuerdos.
                                     La vida en soledad poco menos vale que la nada.
Despertando voy de un sueño perdido de amor y libertad,
muriendo estoy en esta realidad de delirio y lágrimas.


En la oscura penumbra aún se dibujan los cálidos contornos
de un amor que se fue lejos de la luz de mis ojos.
Sombra y fuego, los esbozos de la tierra se pierden en un mar de lágrimas.
Tormentosa juventud, camino sin retorno.


Parecen las gotas divertirse en la caída, y aún más:
con gentil soberbia discurren por el cristal de mi vieja ventana
y caen lentamente, disfrutando el momento,
dibujando en su acuoso sendero unas palabras de recuerdo.
Solemne, contemplo las oscuras nubes
en esta noche lúgubre de turbias realidades;
en el cielo gris apenas queda un rincón por el que busco tus ojos,
mas, iluso, me paro a observar, y no te encuentro.


La tormenta arrecia. Mi amor, empapado de rocío nocturno,
se retira al calor de su propia soledad con la mirada fija a lo lejos,
subsistiendo sin el dulce aroma de un día de sol radiante
que ilumina en el horizonte la silueta de un amor eterno.
Esta noche no habrá luces ni sombras, sólo el gris de las nubes,
un gris que se apodera de lo más profundo de mi ser
mientras un susurro lejano me recuerda que, aunque lejos,
aún pervive en tu mirada una caricia inquieta, un beso perdido...


Y entre tanta soledad y olvido, pienso en ti, amor mío,
y un suspiro huye de mis labios cansados
en este noviembre oscuro y sibilino donde el gris domina el mundo...

viernes, 22 de octubre de 2010

Quasi una leggienda

De amores no entiende el tiempo todavía.
Frágil sentir que en mi corazón habitas,
lazo de sangre y fuego, indómita pureza
más allá de la vida y la muerte
ilumina esta noche a media luz en sombras
con dos jades por luceros llenos de viento y esperanza.

Soledad maldita, que mi pesar cobijaste,
quita las ataduras de mi rauda imaginación
y déjame salir en busca de mi amada...

Dos lágrimas se advierten, directas del corazón.
Tu amor lo es todo y, sin él, yo apenas nada;
sin ti una mitad de mi alma de poeta enamorado
se pierde en los siniestros reflejos de la noche.

Mientras paso las horas de esta madrugada sombría
rodeado de fórmulas, apuntes, libros y sueños a media luz
a veces, entre péptido y péptido, pienso en ti

y recuerdo tus labios sobre mí,
el dulce caramelo que manaba de tu boca a cada instante,
plata líquida temblante y deliciosa que no dejo de beber;
el ímpetu carnal de dos cuerpos en uno
y la inocencia de un amor eterno, legendario,
que un día será aún más si cabe una explosión de sentimientos,
sensaciones encontradas, incombustible llama,
donde ser para ti todo y de ti uno solo será la única
                                                                                       [razón de mi existencia.

De amores no entiende el tiempo todavía.
Mejor así: que tu amor no salga nunca de mi vida,
ojalá que la leyenda perdure en la noche de los tiempos
y seamos por fin el uno para el otro y nada más,
para que seas feliz tanto como ya lo soy,
para que toda la vida prosigas hipnotizando mis sentidos
y para que nuestro amor, ajeno a todo, sea infinidad y perfección.

martes, 12 de octubre de 2010

Si puer cum puellula

Si puer cum puellula
moraretur in cellula,
felix annoncio!

Amore suscrescente
pariter e medio
avulso procul tedio,
fit ludus ineffabilis
membris, lacertis, labii
Carmina Burana, poemas profanos medievales

Amarte lentamente, gota a gota, beso a beso,
soñar otra noche más sin saber que estoy despierto,
vivir por siempre junto a ti, desafiando al tiempo,
ser para ti y de ti uno solo, ser amor y ser eterno.
 
En mi ansiedad de amor desesperado y deseante
sólo quiero saborear un poco más de ti, preciosa,
sólo aspiro a conocer el rincón más recóndito de tu dulce boca,
sólo quiero seguir unido a ti un instante... 
                                                                    ... tan sólo un instante.

Cae la lluvia en este otoño madrileño.
Cuatro ardientes labios me separan de la libertad,
una libertad que no quiero
porque sólo anhelo ser el único prisionero de tu amor de fresa,
                                                                                          tu prisionero...

De celos se esconde el sol entre los montes:
es el triunfo victorioso de la maravilla de tu esencia,
                                                                                    nuestra esencia,
blanca pureza que haría temblar al lucero más brillante...

Cuatro meses después aún consigo preguntarme
que sería de este pobre amor sin tus recuerdos,
por qué no descubrí antes el secreto de tus ojos.

Y brillando en la noche de los tiempos
se percibe en el horizonte una promesa,
un lazo inexorable, almas entrelazadas.

Por muy lejos que esté siempre observo esa luz,
                                                                          nuestra luz... 
ardiente fuego, sueño de amor,
                                                 de nuestro amor...

Te quiero.


domingo, 3 de octubre de 2010

Campestre

A la luz de la lumbre de olivo y fresno
alumbro mi alma en este otoño tormentoso
gritando a los gélidos vientos por tu ausencia.

Entre auroras de fuego y aceituna, pienso en ti,
dulce y turbulenta, ímpetu vivo, amor eterno,
en la luna llena se refleja mi pena
y en tristes ascuas se consume.

A la luz de la lumbre de olivo y fresno
vaga mi corazón sombrío, helado,
buscando una salida que no existe;

y no reviven mis sueños de amor por mucho que los evoque,
sólo tú, pobre amor, eres mi salida,
                                                         pero no estás…

Y ya no sueño ni quiero soñar,
quiero saborearte lentamente,
quiero apreciar cada detalle de tu esencia
mientras no me separo de tus labios ardientes.

Soñar no es sino pasar el tiempo apesadumbrado
sin saber adónde ir para encontrar tus ojos,
mientras me cubren las cenizas y la muerte
en esta madrugada yerma y solitaria en la que me muero sin querer.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Un soñador para un pueblo

Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más.
Caminante, no hay camino:
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar.

Antonio Machado, Cantares, Campos de Castilla

A la memoria de José Antonio Labordeta (1935-2010)

Viajero de ilusiones, soñador de libertades, gentil caminante,
quedó pequeño tu país en la mochila
y llevaste tu cantar más allá de este vivir miserable.

Digo "libre" y es clamar tu nombre,
resonando sin complejos el triste cantar del arraigado zaragozano
y pervive en los corazones de los puramente humanos
la esperanza del infinito sendero del que nunca regresará el poeta.

Escucha, mundo infame:
                                        se ha ido el poeta, el soñador,
el cantor de la paz y la esperanza, triste poeta.

Hiciste bien, genial Labordeta:
no hay lugar en este mundo para los buenos
mientras los corruptos latifundios invaden tu país,
                                                                            nuestra patria.
Hasta el último suspiro recelaste de los crueles,
de hombres de cemento, piedra y fuego, sin alma y sin principios,
que por no saber no saben ni llorar.

Así se forja el saber, en la ignorancia de las masas,
en la aparente soledad del llano zaragozano,
en la naturaleza del hombre de campo luchador,
en el sentir del jilguero enjaulado
                                          que se ganó la libertad con el batir de sus alas.

Tierra estéril, tiembla:
                                   ha muerto el creador de sueños,
se ha ido la esperanza activa de la lucha por el mañana,
para no volver jamás.


Bien hecho, admirado genio:
cuando nadie valora los esfuerzos, es mejor irse y empezar de nuevo,
pues es naturaleza humana acordarse de los buenos cuando es demasiado tarde.


Y ahora que no estás, abnegado caminante,
para los que siempre fuimos y seremos tus custodios de canto y libertad
hoy el mundo es tal vez un poco más gris que ayer...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Esencia

Con la tristeza del último beso de amor
antes de partir al desierto del olvido
me apresuro a escribir esta canción desesperada
antes de que mi amor vuele hacia ti y se pierda entre la bruma.


Con el pesar del enamorado que sin quererlo
ve subir a su amada al vagón de un viejo tren gris,
oyendo el rugir de la locomotora del olvido,
y la despide con amargas lágrimas que caen sin remedio en el andén.


Hoy te escribo allá donde estés, sin poder amarte,
quiero ser la luz nueva de tu horizonte ensombrecido,
y aunque no pueda sentirte, princesa, estoy a tu lado,
siempre estoy allí donde tu amor me invoca.


Una suerte de lamentos llenan mi boca y mi corazón
y poco a poco se van fundiendo entre mi amor y la lluvia
de este otoño veraniego, de este súbito septiembre
mientras mi corazón desalmado y mi alma descorazonada
planean juntos y sin solución un suicidio colectivo...


En cada beso se va hacia tu boca un pedazo de mi alma
y a cada beso recibo de tu amor varios fragmentos
y así, beso tras beso, caricia tras caricia,
se va puliendo un mosaico de belleza sin igual
donde dos almas se encuentran y amándose se reconocen...


Hoy vuelvo a soñar contigo y sin ti,
deslumbrándome con la pureza de tu amor,
viviendo cada día en que te busco como si fuera el último,
queriéndote cada noche como si fuera la primera;


y así se pasan los días, los meses, los años, sin tenerte
muriendo despacio, verso a verso, sin solución,
soñando con volver a la vida con tu esencia femenina
de mujer enamorada con aroma a flores frescas.


Esta noche es otra más sin tu corazón unido al mío
por la magia fulgurante de nuestros labios soñados
y mientras se pudre de sueño mi corazón helado
me desespero, impotente, recordando tus caricias
hasta la próxima vez en que mis sueños se hagan realidad...

martes, 7 de septiembre de 2010

Camino

Mientras sufro un poco más esta noche
se termina de marchitar la tímida flor de mi vida,
                                                                      la rosa de mi amor,
y en su lugar cientos de abrojos espinosos
se ciernen sobre mi asentado pesar
sangrando sin remedio mi blanca fantasía
y mutilando mis recuerdos...


Recordar
ya es sólo dejar pasar el tiempo sin sentido
buscándote y no encontrándote en las profundidades del pasado.






Ya no sé si mis recuerdos son mis recuerdos,
ni si mi vida es mi vida,
ni si mi amor...
                           ...no.
                                    Mi amor es infinito y eterno.




Al querer encontrarte
te pierdo en un sinfín de búsquedas,
y mi amor se desangra por el camino
mas con un leve hilo de vida permanece consciente
                                                                   y esperanzado.
          
Se hunde otro día más de mi vida.
Entre sollozos, la sensación de haber perdido el tiempo...


Pero en lo profundo de la noche
al fin - ¡por fin! - te encuentro en la lucidez de mis sueños.
Sé que no eres tú,
                           pero ¿quién soy yo?


Qué más da,
me pregunto a veces cuando miro al horizonte
sin saber muy bien hacia dónde dirigirme para contemplarte.


Y así pasan los días y los meses,
muriendo y resucitando en un largo camino.


Pero la esperanza del mañana,
                                              del mañana efímero y sutil,
hace resurgir mi alma de las cenizas del desamor.


Y desvaneciendo mi alma en la oscuridad de mi pesar
muere otro día, se escapa otra noche,
y mañana será otro día.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Noche triste

A Vicente Aleixandre, poeta español

Grita sobre el tejado una luna ausente.
Se pudren lentamente las cenizas de un tiempo feliz
y se queman sin retorno las ascuas de otros mejores.


Muere otra noche.
Pervive, angelical y diminuto, un amor sin resultado,
un amor que siempre existe y nunca está,
amor frágil de vidrio pulcro que se quiebra con la vista.


Mas brotará de las heridas de nuevo
con resurgir venturoso la furia de los vientos
y en el sublime rugido de la aurora
brillará la rosa clara en el abismo de la soledad y del olvido.


Y allí estaré, ingenuo y temeroso,
aguardando a probar el dulce aroma de tus labios de nuevo.
Allí estaré, sinuoso, débil, vivo, muerto,
resucitando de tu boca los vidrios rotos,
reuniendo pedazos de corazón ensangrentado con el fluir de tu esencia,
recomponiendo el alma de cristal y de poeta
que muerta de frío cabalgó sin rumbo al reino de la noche de las noches.

sábado, 28 de agosto de 2010

Allá lejos

I.

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Jorge Manrique

Allá lejos.

Allá lejos, muy lejos, donde nada se interponga.
Allá lejos fuiste a por una vida distinta
y allá lejos dejaste la única vida que tenías.

Allá lejos huías con sigilo por la ventana del recuerdo
de una familia que nunca estuvo allá y acá se queda,
allá lejos llevaste tu corazón,
de allá lejos lo trajiste
y allá lejos se marchó.

Allá lejos, donde la soledad se vuelve libertad,
allá lejos cual viento montañés marchaste,
sin rumbo fijo y sin lógica aparente,
pero allá lejos marchaste.

Allá lejos.
Allá lejos, muy lejos, donde nada nos detiene.
Allá lejos encontraste de tu mundo sutil un mundo de oportunidades,
y allá lejos chocaron ambos mundos entre sí
y allá lejos el mundo tocó a su fin.

Allá lejos se marcha un recuerdo,
allá lejos pervive la leyenda,
allá lejos los corazones se unen
pero allá lejos se congelan.

Allá lejos huye con sigilo un mundo cruel,
un mundo de injusticias, en definitiva, un mundo,
y allá lejos retorna el eco de una presencia que ya no está...

Quiero creer que allá lejos, aun más allá, si cabe,
donde la vista no alcanza,
allá lejos, muy, muy lejos,
el resurgir poderoso de la heroína valerosa
eclipse un más allá aún por descubrir
y que más allá de la vida, más allá del mundo,
allá lejos una eternidad de lejanías nos aleje un poco más
de este mundo miserable
donde un "allá lejos" se presenta como un "hoy",
donde un "más allá" se presenta como un "luego".

La mitad llenos de rabia,
la mitad muertos de frío,
se presenta esta realidad inefable y necia,
mas al mismo tiempo necesaria.

Allá lejos se consume la llama de la justicia.
Allá lejos se enciende la luz de la esperanza.
Allá lejos van a parar nuestras lágrimas.

Y allá lejos dan con el fluir de nuestros corazones en el mar.

28 de agosto de 2010

A la memoria de mi prima Elena.
Descansa en paz.

viernes, 27 de agosto de 2010

Luz

Como un idiota, encontré en la muerte
algo de inspiración en que servirme,
y aturdido en mi frágil existencia en soledad
pensaba neciamente que nunca volvería a amarte.


Un ayer expectante, un hoy sin palabras.
Una vida vacía, dos vidas felices.
Qué podría decir que no supieras, preciosa...


Hoy descubrí que hay luz al final del túnel.
Después de todo parecía mentira que mi vida tuviera sentido,
pero, de un modo u otro,
la penumbra del corazón súbitamente ha huido
y cientos de besos de amor eterno
pueblan esta noche mi fantasía y mi realidad.


Lo bueno no es eterno, dicen,
y después de todo hoy también te echo de menos,
pero ... ¿quién sabe?, mejor así,
porque poco a poco se aprecia mejor tu perfección,
porque así cada día, cada noche, en cada sueño,
en cada pedazo de realidad que me permite estar contigo,
contemplo delicadamente todo cuanto ahora quiero
y todo cuanto he de querer por siempre.


Puede que me vaya pronto,
puede que no te haya besado lo suficiente,
puede que aún añore tu boca, tu cuerpo, tu alma, tu ser, tu amor,
lo cual es evidente y muy justo,


pero mi alma está siempre allá donde estés,
es tuya, sólo tuya, y de nadie más, siquiera mía,
y allí pervivirá por siempre en tu corazón hasta el fin de mis días.


Horcajo de Santiago (Cuenca), 27 de agosto de 2010

sábado, 21 de agosto de 2010

Soneto VII

Esta noche tu amor se me presenta
como un alma muerta de hambre y de frío
que vencida por el olvido y el hastío
busca estar contigo y sin ti se atormenta.


Tus cabellos de lino, tu aroma a menta,
me producen tal tremendo desvarío
que tan sólo tu recuerdo, amor mío,
aún persiste en una soledad que en mí se asienta.


Ojalá vinieras esta noche a mi presencia,
ojalá pudiera besarte y abrazarte,
ojalá pudiera sentir tu dulce existencia;


pero en esta noche en la que intento acurrucarte
junto a mí en la razón de mi pasajera intransigencia
me duermo despacio, solitario, intentando recordarte...

viernes, 20 de agosto de 2010

Poemas sueltos, I

1. Tempus fugit


Pasa el tiempo.
                        Incuestionablemente.
                                                          Necesariamente.
Mi corazón muere despacio por no tenerte entre mis brazos.
                            
Pasa el tiempo.
                         Sin reparos.
                                             Sin razones.
A veces, parar el tiempo es la mejor solución posible.


2. Muerte en el olvido


Muerte en el olvido.
Mi corazón se estremece cuando tú no estás,
necesito de tu consuelo para seguir viviendo.


Olvido en la muerte.
Los recuerdos fluyen estrepitosamente con mis lágrimas
mientras te espero otra vez sin resultado.


Muerte en el olvido.
Si te vas, yo también voy,
si no vienes, yo no iré.


Olvido en la muerte.

Sólo algo más lejos de mí
y todo habrá acabado.

Muerte en el olvido.
Mátame  si quieres, desamor,
pero no me tortures.

Olvido en la muerte.
Descubrir el secreto del amor...
                                                 ...la vida eterna.



3. Noche sin luna


Feliz sin vida.
Gritos del desamor
me asesinan.

Alegría oscura
de esta sórdida penumbra
que me alumbra.

Amiga muerte,
ven esta noche sin luna
que me adormece.

Que mi amor no está,
mátame una vez por todas,
déjame en paz.

Quiero ser tu estrella,
mirando siempre desde el cielo
desde la Luna a la Tierra.

Quiero yacer en tus brazos,
sublime éxtasis de amor, preciosa,
y morir por fin enamorado.

Alegría oscura
de esta sórdida penumbra
que me alumbra.

Amiga muerte,
ven esta noche sin luna
que me adormece.

jueves, 12 de agosto de 2010

Sueños

Abrazado a la triste soledad de mi existencia
vuelvo a consumirme en llantos desconsolados
mientras gota a gota, verso a verso, se pudre mi alma
en el rincón más oscuro de la oscuridad de mi tristeza.


Hoy vuelvo a llorar sin ti, mi vida,
hoy soy nuevamente una masa informe de amor y lágrimas
harta de realidad
                                y ansiosa de sueños...


Tan sólo quiero seguir soñando un poco más,
lo suficiente para que afloren los recuerdos felices
hasta que sienta de nuevo que tus labios rozan mi boca como la primera vez
y te fundas conmigo en una promesa de amor eterna.


Mientras el sueño se apodera de mi ser, te lloro amargamente
porque no estoy seguro de encontrarte en el horizonte de mis pensamientos.
Tal vez soñar sea la salida...


Mas mi amor me mantiene en vigilia constante
a la espera de que un día deje de soñar sin sentido
y abras sin hacer ruido la puerta de mi habitación
para después estar junto a mí y así soñemos juntos...


Sé que ese día aún está muy lejos,
tanto que el sueño me vence una noche más
y hoy tampoco podré estar contigo...


No pierdo la esperanza, preciosa mía,
y confío en que alguna madrugada serena abras esa milagrosa puerta
y vuelvas a estar junto a mí una noche más...

lunes, 9 de agosto de 2010

El sueño de una noche de verano

Dos lenguas de viento mecen las cortinas de la habitación
y me hacen llevar la vista hacia otra parte
anhelando que tal vez sea tu amor, que dulce y sinuoso
intenta entrar entre las sombras para acompañarme.


A mi lado hay una cama vacía, no hay nadie:
solo, con mi soledad a cuestas, en esta triste madrugada
en la que los ruidos de la gente y la prosa de la radio
se entremezclan y asaltan mi cabeza
buscando tus recuerdos en el desierto de mi subconciente
para no dejarme soñar contigo...


Sé que no vas a llamar a mi puerta esta noche,
alejado de ti esta noche me invaden los fantasmas
y por fin,
cuando estoy a punto de encontrarte entre mis pensamientos,
efímera, sutil, desapareces de mi mente
y me mantienes en vigilia permanente otra noche más.


Sé que no vas a dormirte a mi lado
en la cama vacía que acompaña mi pesadumbre nocturna,
pero a veces me gusta soñar
y fantaseo con tu imagen durmiente a mi lado
mirándome con esos ojos inocentes, irresistibles,
pidiéndome un "te quiero" y otro beso de buenas noches...


Definitivamente, hoy no quiero ser yo:
hoy quiero soñar y vivir con tu presencia,
hoy quiero ser poeta enamorado
                                                      y no poeta a secas,
hoy quiero volver a examinarte con ternura
e hipnotizarme con tus dos luceros de amor eterno
para después sentir el dulce sabor de tus labios ardientes
y después... quién sabe...


Pero esta noche no va a ser así,
porque la realidad es el deseo frustrado del poeta desesperado,
y he aquí mi realidad,
                                   la maldita realidad,
una realidad que hoy no quiero sufrir
porque en realidad sólo quiero estar contigo...


Membrilla (Ciudad Real), madrugada del 7 al 8 de agosto de 2010

viernes, 6 de agosto de 2010

La belleza de un instante (meditación tercera)

Hace un instante
mis labios enamorados encontraron el aroma de tus besos por última vez,
hace un instante era feliz.
                                              Ahora soy poeta.

Soy feliz viviendo la belleza de este momento,
tu belleza,
cada vez que te encuentro reduces mis sueños a polvo
y lo que veo me apasiona en tal medida
que soy consciente de que necesito de tu amor para seguir viviendo...

Tan sólo un instante: cuestión de segundos,
pero te echo de menos como si en vano hubieran pasado los años...


Y cuando todo se va,
cuando tú no estás,
cuando mi alma de poeta muere en el intento de retenerte entre mis brazos
me pongo a llorar como un idiota
esperando a que me consueles con tus labios de miel.

Me posee el miedo de volverme hacia ti y no encontrarte,
el miedo a olvidar,
porque aunque aún conservo el dulce sabor de tus labios en los míos
no soy perfecto
                            y a veces olvido...

En cambio tú sí eres perfecta,
por eso te quiero tanto, preciosa,
porque al verte cambia el paradigma de lo bello en sí
tú eres el final de un camino de perfección que recorro eternamente
en la búsqueda de mi vida, mi amor y mis principios.

Recuerda que tus besos dan sentido a mi vida,
recuerda que mi felicidad se esfuma cuando no percibo tu hipnótica mirada,
recuerda que, estés donde estés, siempre y en todo lugar
te amaré infinitamente hasta el fin de mis días.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Hoy (meditación segunda)

Hoy vuelvo a encontrarme con mi ventana, compañera,
para inspirarme en la soledad de mi amor solitario y profundo.
Hoy vuelvo a morir de amor un poco más
a la espera de una mirada que cambie mi vida,
a la espera de una belleza sin igual que hipnotice mis sentidos.


Hoy también necesito estar contigo,
hoy también busco tus besos en el aire que respiro
                                                                             y no los encuentro.
Hoy también me muero de soledad y de frío,
hoy también se suicida otra sonrisa de mis amargos labios
encadenando el alma y mi amor a lo más profundo de la tristeza

Hoy los buitres picotean mi corazón cada hora
y a cada hora mi amor se regenera,
pero la infinidad de mi castigo en soledad
convierte lo poco que me queda de alma sin amor y mis huesos
en miserable carroña,
en comida para pájaros...

Ojalá nunca fuera hoy para estar contigo...
Ojalá nunca fuera hoy a cambio de un ayer feliz
Ojalá nunca fuera hoy para un futuro incierto
Es un hoy que se va con el viento nocturno,
un adiós a la esperanza, una muerte en el olvido de los tiempos.

Hoy es una esperanza, un anhelo del porvenir,
mas ya todo es polvo, es humo y sombra,
pues es un hoy muerto de frío
que danza, incorpóreo, al viento de la noche.


Hoy
es un hoy ávido de amor y de cariño
que lentamente se vuelve un mañana amargo...

domingo, 1 de agosto de 2010

Soledad (meditación primera)

Cada noche,
mi alma, sigilosamente tranquila, intenta ir al encuentro de la tuya,
muriendo por el camino,
recuperándose con tus recuerdos,
                                                   mas sólo a veces,
intentando subsistir en este tórrido agosto madrileño
en el que hasta los sueños se mueren de sed...


Cada noche te busco en la luz de las estrellas,
en la frescura de una brisa atenuada
por cuarenta y seis grados a la sombra.


Cada noche me hipnotizo con tus abrazos soñados,
deseando que cada beso,
                                       cada caricia,
                                                          cada momento,
                                                                                sea único...
Pero todo son ficciones de un subconsciente desesperado,
un ser perdidamente enamorado de tu esencia,
una vida vinculada inexorablemente y sin retorno a la tuya.


Y mi corazón huye sin saber adónde
por los senderos que marca el olvido
husmeando entre la hierba buscando tu perfume de mujer enamorada,
escudriñando hasta el último milímetro cuadrado de tierra
tratando de encontrar algún beso tuyo perdido
por el camino que lleva a tu lejano paraíso...


...pero nunca hay nada...

No obstante, te quiero demasiado para dejarte caer en el olvido,
y por eso sigo esperándote, en mi soledad, en la soledad del tiempo,
en la soledad del amor, en la vida, en la muerte y en el viento...

sábado, 31 de julio de 2010

Al atardecer...

A Manolillo Chinato, poeta

Al atardecer, lentamente mis sueños se estremecen
en un sinfín de colores que ciegan mi perpleja visión.
Al atardecer, cien soles de primavera se dejan ver en el horizonte
mientras mil lunas de invierno se refugian en el fondo de mi corazón.


Al atardecer, tú.
Al atardecer yo.
Al atardecer, sueño.
Al atardecer, no te encuentro.

Al atardecer me aburro de esperarte en lo lejano,
mientras al atardecer se difuminan tus contornos,
al atardecer se pudre mi alma con los restos de las últimas flores
que han ido cayendo en estos meses de abrasador verano.

Al atardecer el día espanta la esencia de mi amor infinito,
al atardecer, tres nubes de polvo y nada se llevan los recuerdos de mi amor,
al atardecer se va mi vida y se muere mi corazón.


Al atardecer, tú.
Al atardecer yo.
Al atardecer, sueño.

Y al atardecer, me muero buscándote...