domingo, 22 de abril de 2018

Primo vere

Para los días de viento,
para ti floreceré naranjos
con hojas de libélula.
Despertarán su ausencia,
su polvo de crisálida,
cristal impertinente,
fugar de la memoria,
vibrar del vidrio verde,
verdejo, voluntad
de vespertinas aguas.
Te rozará la piel
el aliento emplumado
del luminoso fénix
mientras la diminuta corte de elementales
explora tus caminos
entre los bosques rubefactos del deseo,
desnuda en aquel prado,
Reina, Artemisa blanca
verás trocar los arcos por caricias,
harás sentir tu flecha como besos.
Las flores de este abril serán tu velo,
tan púrpura de abrigo y de verdad
que anhelo en cada viento que respiro,
un mítico tesoro entremezclado con los tréboles,
providencial colina,
sonrisas esparcidas como frutos.

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