jueves, 3 de septiembre de 2015

Mus

Yo miraré, desde el espejo de un sueño,
la verdad oculta en tu mirada roja de las diez de la mañana.
El mundo que redimirás te odia por tu aspecto,
yo les odio por su inútil y obstinado sinsentido.
Te llevaría conmigo
después del protocolo
y te llamarías Stephen
y te pondría un piso
y te daría abrazos en las noches de insomnio
que atrav(b)esarían fugitivos tu pelaje.
Pero sé que tienes que morir
y yo alzaré la espada del traidor
y serás carne de inmunohistoquímica.

Yo te amé.
No me recuerdes como un asesino.

Hospital Clínico San Carlos, puerta K.
3 de septiembre de 2015. 10:07

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