A rata 1 y rata 2, con póstumo cariño
El aire perfundido del quirófano está triste;
lo sé, porque disuelve las palabras
en ecos huecos de arrepentimiento.
la luz que enjaula, gris, tu sufrimiento
reposa en una esquina,
te escondes del designio de la ciencia.
Detrás de la campana se entreven
los ojos sumergidos en salino.
Parece cierto: no me has olvidado.
Me queda recordarte, vivaracha, entre las manos,
contigo a media voz sobre la mesa
aquella en la que antaño caminabas entre cajas,
cerrándote los ojos con cariño,
tratando de fijarme en tu mirada
detrás de la campana de los gases.
Ya todo ha terminado,
y ahora te desangras en la pila.
No quiero
acariciar esos despojos de la bolsa
sin cabeza
que hace diez minutos fueron alma.
Hospital ClÃnico San Carlos.
DÃa de Difuntos de 2015
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