miércoles, 5 de enero de 2011

Trons i rellamps

 "(...)Tan solo tus manos,
remedian la brecha,
de este barco sin vela;
de esta errante veleta.

Reírme de todo,
y reírme de nada,
soñar por soñar,
aunque en sueño vivo ya.(...)"

Silvia Martínez, Mares de ilusión melancólica


"(...)Tienes el aliento fresco de la lluvia.
Tienes la paz que inunda todo tras la tempestad
y el calor del sol de otoño que tanto anhelo.

Eres la tormenta perfecta.
Eres mi tormenta perfecta."

Laura Hernández, La tormenta perfecta


 




Escondido entre pálidos retazos de realidad descompuesta
percibo en tu mirada un sublime atisbo de luz y fantasía.
He aprendido a descubrir, gesto a gesto, el brillo de tus ojos.
He aprendido a encontrar, segundo a segundo, el ardor de tus caricias.
Noche tímida y sigilosa que nos envuelve al aroma de las flores,
noche de éxtasis silencioso y madrugada remota,
noche rota por el roce de tantas caricias intercambiadas
en un suspiro de deseo y vida sin igual en esta tierra,
clarividencia ilustrada de dos amores tomados de la mano hasta el final.

Esta noche se acabaron mi prudencia y mi represión.
Ya no quiero soñar, como siempre he hecho,
con una fría noche de enero entre susurros y gemidos
en un Paraíso despojado de manzanas y senderos
luchando por vencer la furia de los vientos.
Esta noche sólo quiero soñar despierto, amor.
Anhelo perdidamente el caramelo que emana de tus labios
y esta noche quiero disfrutarlo de verdad.


 
Contra todo pronóstico, llegó la lluvia.
En la sórdida penumbra, busco un lugar donde refugiarme
de las aguas turbulentas que amenazan con inundar mis sentimientos.
Nadando entre tu pelo, embelesado en los aromas que desprendes,
me enamoro más y más de cada cabello, de cada sabor, de cada imagen,
de cada textura que imaginé pero nunca fui capaz de percibir,
de cada sabor que percibo pero nunca fui capaz de imaginar.

Solos. Tú y yo. También la lluvia.
Sin que nadie pueda detener este vivir irrepetible.
Abstraído de todo, me concentro en lo que puedo contemplar
en la oscuridad de esta noche de luna menguante que va cubriendo el mundo.
Sólo una luz, distante pero al tiempo cercana,
la luz de tu mirada,
                                chisporroteante de deseo en primavera.

Quiéreme, princesa, entre relámpagos y truenos.
Quiéreme, amor, dulce, sinuosa, rebelde, furiosa.
Quiéreme en esta oscuridad que nadie podrá franquear
mientras tú y yo no seamos sino informes deseos revueltos y enloquecidos.
Quiéreme despacio, o deprisa, qué más da,
que yo no dejo de amarte ni por un segundo
hasta que el último relámpago de la tormenta haya caído sobre tu cuerpo.

Solos. Tú y yo.
                       Otra vez la lluvia.
                                                     Silencio.

No quiero despedirme de ti por esta noche, preciosa.
Quiero sentirte cerca de mí, en mí, conmigo.
Quiero tenerte a mi lado, amor, junto a mí por siempre,
durmiente, melancólica, amorosa,
en una soledad de dos que anhelo como vida eterna.

2 comentarios:

  1. ESPECTACULAR...cada vez son mejores juan O_O de este me ha gustado bastante que parece una conversación telefónica: algo que le cuentas a ella directamente, y con sentimientos a flor de piel...sin nombrar el gran lenguaje, plagado de adjetivos cuidados, pero combinado con la sencillez que te caracteriza.
    Sigue así ;D

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  2. He llegado aquí por casualidad y me ha parecido alucinante. Se nota que te sale de muy dentro. Es precioso, está muy bien escrito, tiene muchos matices. Te doy mi enhorabuena por tu capacidad de expresar sentimiento a una persona, a la que desde luego envidio.

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