miércoles, 23 de marzo de 2011

Sólo tu amor y el viento

Se va esfumando un deseo inquebrantable del Madrid rojizo y apocalíptico
de las ácidas lágrimas vertidas esta noche en mi soledad descarnada
entre alaridos sin dueño, muerte sin retorno, amor sin esperanza.
Yo me muero por dentro cada noche, dulce pasión de mis recuerdos,
por sufrir la lejanía en que te busco y nunca estas, deseada paradoja del alma,
porque te quiero sobre todas las cosas y nunca dejaré de hacerlo.

Un breve instante, indiscutible segundo,
                                                                  cerca
de tu aroma a pálida rosa silvestre rociada por la lluvia de la primavera, es eterno.
Me sometes cada vez a tu particular tortura de íntima fresa
solamente acunados por el manto obscuro y misterioso de esta fría noche de marzo
en la que el corazón se hiela y anhela sublimar con tu fuego infatigable.

Y mientras aguardo impasible tu regreso, princesa y reina mía,
infausta Natura ha ideado mi sino lamentoso y terrible,
fantaseando irónica con mis sentidos entre música de Mozart y rugidos del alma.
Lontano, el eco de vagas reminiscencias de un noviembre gris y un diciembre blanco,
que me invitan a soñar fantasías de belleza sublime, bendiciones surrealistas,
ecos de un corazón de poeta de pelo de estropajo, desasosegado y confuso,
que llora versos cada madrugada que no pasa contigo.

Los arboles, solitarios, moribundos, entonan su réquiem de hojas muertas,
¿por qué se divierten con mi atormentado destino en la Tierra?
Sólo tu amor y el viento

                                       me quedan de aquella mañana de verano
en que las vacías palabras no pudieron describir mi felicidad remota y permanente,
Sólo tu amor y el viento,

                                       que vuelan desesperados hacia un nuevo abril,
hacia el horizonte nublado de meteoro acuático que filtra la claridad del sol,
resurgimiento sin nombre, consuelo de desesperados soñadores.
Sólo tu amor y el viento.

                                       Sólo tu amor.
                   Nuestro amor.
Y el viento.



Alrededores del Conservatorio Profesional de Música "Amaniel", Madrid, 22 de marzo de 2011
20:45h

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