viernes, 25 de mayo de 2012

Bases

Querer desprender
de la sombra de mi evanescente sinsentido
el aura de un poema triste a luz de media luna
tan sólo es el reflejo consciente,
                                                   fugaz,
                                                             de un tiempo perdido,
memorias que se fueron con el viento del otoño,
no volverán.

Volver al origen,
evadir el abismo que separa dos tierras quemadas por el paso del tiempo,
despertarme sobre las ascuas de un sueño vuelto en polvo
y el polvo en ceniza.

Me invade la intuición deliroide, la autodestrucción,
el inefable destino al que estoy encomendado,
morir de estudio,
y me desvelo en la sórdida quietud y las nubes de pólvora de un fin de primavera.

Vuelan las angustias del camino al aire
y del aire a mi recuerdo.
El pensamiento se recrea con la percepción
de cómo los fantasmas miran atrás al rememorar los pasos perdidos.


Leganés, 24 de mayo de 2012.
Trece días antes de la masacre

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