jueves, 8 de marzo de 2012

Noche toledana

A veces, ni los poetas somos conscientes de las palabras...

Esta noche no cabe la rima,
a la mierda todo (ya va siendo hora de hablar claro).
Sean esta noche mis versos amorfos un esbozo
de mi prosa degradada y deprimente,
pues es lo que siento,
lo que alcanza mi cabeza, dictados de Wernicke,
los ignífugos sinsentidos
que esta centrífuga cabeza quiere revelar.
Entono soliloquio irreductible (coral, tres voces)
de un poeta al borde de un ataque de nervios
con la única intención de apuñalar las palabras,
lanzarlas, ametrallar la pared con ellas;
la muerte en verso, mas bien la tortura
de un lento encubrimiento súbitamente implosivo.

Antecedentes:
el sótano.
            (llámese pozo, abismo, agujero, etc.)
Los días negros,
hastiados de palabras y de sentimientos
espoleados, hundidos, destrozados en la caída;
la cuerda roída y sin polea.
                                  Encaramarse
al agujero es tarea de hombres fuertes.
Otros esperan que las cuerdas lluevan sin invocarlas
esperando con genuina parsimonia la venganza del karma.
¿Cuál es la salida?
¿Rendirse es de cabrones?
¿Quien se ha rendido?
¿Quien juzga las palabras?

Nadie se ha rendido.
La palabra, el logos, una ilusión tecnológica,
la emoción perdura y no digamos la memoria.
Nadie se ha rendido (esto es importante)
y perdura en la atmósfera el grito no expresado,
la inquietud sin respuesta, el miedo a la afasia,
a permitir que se desprenda hacia la nada el sentido mas heroico del "ars amandi".

Mas antecedentes, por si fueran
pocos:
        el recuerdo, losa del alma,
de las viejas actitudes y los sueños.
Condensar lo que no se dice cuando ha de decirse
y lo que se dice cuando no ha de decirse en una noche.

La cabeza, hendida en la pared a golpes,
sangrando por los ojos finge no sentir los clavos.
Y es humano explotar de rabia,
decir cuatro verdades a latigazos,
aporrear la pared hasta tirar la casa abajo.
Y es humano exprimir los ojos en sangre y sal
para amedrentar las esperanzas
y odiar hasta los limites de la perdición humana.

Solo espero, en mi vigilia incontrolada de la madrugada,
que un absurdo no cizalle el sentimiento,
que alcancéis a comprender el por que del otro.
Mi condición de enamorado del amor no ayuda,
esta noche no soy sino lo que puedo ser
al lacerarse este (porque lo es) fragmento de mi vida.

Y a esto lo llaman burocracia cósmica.
A la mierda las conjunciones planetarias
y los brujos.
               A la hoguera. Al potro. A la horca.
He dicho.

Mientras que arden
será esta una noche larga y solitaria...

8 de marzo de 2012, 02:21am y sin sueño

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