miércoles, 4 de agosto de 2010

Hoy (meditación segunda)

Hoy vuelvo a encontrarme con mi ventana, compañera,
para inspirarme en la soledad de mi amor solitario y profundo.
Hoy vuelvo a morir de amor un poco más
a la espera de una mirada que cambie mi vida,
a la espera de una belleza sin igual que hipnotice mis sentidos.


Hoy también necesito estar contigo,
hoy también busco tus besos en el aire que respiro
                                                                             y no los encuentro.
Hoy también me muero de soledad y de frío,
hoy también se suicida otra sonrisa de mis amargos labios
encadenando el alma y mi amor a lo más profundo de la tristeza

Hoy los buitres picotean mi corazón cada hora
y a cada hora mi amor se regenera,
pero la infinidad de mi castigo en soledad
convierte lo poco que me queda de alma sin amor y mis huesos
en miserable carroña,
en comida para pájaros...

Ojalá nunca fuera hoy para estar contigo...
Ojalá nunca fuera hoy a cambio de un ayer feliz
Ojalá nunca fuera hoy para un futuro incierto
Es un hoy que se va con el viento nocturno,
un adiós a la esperanza, una muerte en el olvido de los tiempos.

Hoy es una esperanza, un anhelo del porvenir,
mas ya todo es polvo, es humo y sombra,
pues es un hoy muerto de frío
que danza, incorpóreo, al viento de la noche.


Hoy
es un hoy ávido de amor y de cariño
que lentamente se vuelve un mañana amargo...

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