sábado, 21 de agosto de 2010

Soneto VII

Esta noche tu amor se me presenta
como un alma muerta de hambre y de frío
que vencida por el olvido y el hastío
busca estar contigo y sin ti se atormenta.


Tus cabellos de lino, tu aroma a menta,
me producen tal tremendo desvarío
que tan sólo tu recuerdo, amor mío,
aún persiste en una soledad que en mí se asienta.


Ojalá vinieras esta noche a mi presencia,
ojalá pudiera besarte y abrazarte,
ojalá pudiera sentir tu dulce existencia;


pero en esta noche en la que intento acurrucarte
junto a mí en la razón de mi pasajera intransigencia
me duermo despacio, solitario, intentando recordarte...

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