Hoy por hoy, no sé a quién dedicar mis versos.
De nadie me fío, a nadie creo,
sólo al corazón.
No sé de quién me he enamorado,
pues me invade un aura de sublime confusión
que no huye de mi cabeza.
Cuando me abrazas, ¡oh, amor sin nombre!,
en mí se enciende una pasión desorbitada,
pero al mismo tiempo me infundes miedo,
pues eres tan dulce y delicada
que no puedo sino protegerte
para que estés a salvo...
Cuando estoy contigo, seas quien seas,
la vida cobra sentido, pues a tu lado
el amor
es algo más que suspiros y versos
Cuando en la claridad de este sol de primavera
se ilumina tu bella sonrisa
el mundo existe, Dios existe,
pero mi amor está por encima de ellos
y por encima de todo...
El alma descompuesta vuelve a ser un todo
y desaparecen los malos recuerdos
y en su lugar tú insuflas pureza y alegría,
una blancura inconmensurable,
una fantasía soñada en esta turbia primavera.
No te conozco, pero...
...te quiero tanto...
He de decir que a los versos de Miguel Hernández les tengo una aversión tremenda por tener que estudiarmelos hasta aborrecerlos para selectivodad y por el dichoso centenario, pero si hubiera de haberme estudiado los tuyos... No creo que los hubiera aborrecido, me encanta tu última entrada :) Por favor sigue escribiendo, y avísame con tiempo para la presentación de tu primer libro de poemas que para eso cojo avión, bus tren o patinete para ir ;)
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Lo del patinete lo tendré que ver =)
ResponderEliminarEl primer libro de poemas saldrá cuando servidor se reconcilie con la SGAE, o sea, NUNCA jaj es broma, no lo había pensado chica, cuando acabe algo decente intentaré registrarlo aunque sea en el Registro de la Propiedad y si acaso lo presento ya te avisaré, cerca de mi casa hay una Fnac donde se suelen presentar libros con frecuencia.
Bueno, al menos me contenta saber que alguien en el mundo valora mi trabajo. No te defraudaré preciosa, y seguiré escribiendo hasta cansarme...
Un besazo enorme